Cottolengo, un campeón de la caridad
No se sientan extraños al destino del mundo, siéntanse tejidos valiosos de un bello mosaico que Dios, como gran artista, va formando día a día también a través suyo, dijo el Papa. En un ambiente recogido y lleno de alegría fue intenso el abrazo que el sucesor de Pedro, el Santo Padre Benedicto XVI, dispensó a los enfermos de la "Pequeña Casa de la Divina Providencia" en Turín. El Papa encontró a aquellos que la sociedad tiende a marginar, como intentando volver invisible el dolor humano. A ellos, todos y cada uno, el pontífice recordando al Padre Cottolengo señaló cómo "ofreciendo nuestro dolor a Dios a través de Cristo, podemos colaborar en la victoria del bien sobre el mal, porque vuelve fecunda nuestra ofrenda, nuestro acto de amor" …
Continuación …