11 abril 2013, 4:55

El caso de Sor Teresa Forcades.

Al igual que pedimos la excomunión de Sor Teresa Forcades en el pasado a raíz de unas declaraciones en el programa “Singulares” de TV3 Cataluña S.A. en el año 2009, volvemos a reiterar nuestra posición tras su vuelta a este espacio televisivo en 2013, en el que ha reafirmado sus anteriores declaraciones públicas relativas a su opinión personal con respecto al derecho de la mujer a disponer de su propio cuerpo. Por esta razón, reproducimos las informaciones que en su día difundimos.

De todo ello, dimos cuenta durante meses, y así lo llamamos, el peor de los pecados cometidos por personas que presumen de santidad por portar hábito y que viven del rédito de la impunidad que les concede el obispado por ser personajes públicos en los mass media, como si los índices de audiencia de “share” y “rating” fueran los patrones con los que se mide el valor concedido a la nueva evangelización sin importar el trasfondo ideológico que transpiran, cuando su obligación como monja es defender la vida del neonato.

Sobre el caso de sor Teresa Forcades.

A nuestro parecer como administradores de un grupo de ediciones y medios electrónicos o digitales que dispone de un servicio de consultas e información católica para hispanoamérica y de un programa de formación o equipo de docencia e investigación con espíritu ecuménico dirigido a laico/as, religioso/as o sacerdotes fieles al magisterio pontificio y el Santo Padre, creemos que proponer la retractación de Sor Teresa Forcades es insuficiente, ya tuvo su ocasión cuando fue amonestada por el Cardenal Franc Rodé, es hora de exigir su excomunión “latae sententiae” apelando al canon 1398 del derecho canónico según el código de la Iglesia latina. Agradecidos por su atención pasamos a relatar las circunstancias.

Trilogía contra la cultura de la muerte.

1) Desde el año 2004-09 iniciamos campañas provida, de las que tenéis un monográfico en la siguiente referencia.

Amenós, J.M., González, M.E., Grego, M., Guerrero, S.R., Martínez, C. y Monteiro, A. (2010). Campañas Provida. Memoria de actividades (2004-09). Issuu Inc. California (EE.UU.) & Bubok Publishing S.L. Madrid (España).

2) A partir de primeros de 2010 hasta hoy hemos estado dedicados a la situación española, en concreto explicamos en el documento que a continuación se indica todo lo ocurrido.

Amenós, J.M., Martínez, C. y Monteiro, A. (2011). Iglesia y Aborto. Issuu Inc. California (EE.UU.) & Bubok Publishing S.L. Madrid (España).

3) Finalmente, en el informe que acompañamos describimos los movimientos sociales que se han destacado como consecuencia del contexto precedente que os hemos comentado.

Amenós, J.M. (2011). Movimientos Sociales. Issuu Inc. California (EE.UU.) & Bubok Publishing S.L. Madrid (España).

Abundamos sobre la nefasta política “posibilista” que se ha adueñado de la Iglesia catalana y que ha sido catastrófica para el movimiento en defensa de la vida en Barcelona, que con un reducido contingente disponible para el activismo todavía sigue creyendo en el “rupturismo” con la cultura de la muerte. Por esta razón, nuestra intención es hacer comprender que sin la excomunión de los culpables no es posible luchar contra los abortistas, y el caso de sor Teresa Forcades es necesario tratarlo de este modo, sino todo estará perdido definitivamente en Cataluña.

Por supuesto que nos podemos poner en comunicación con los dicasterios vaticanos cuestión que hemos consumado en el pasado, pero ya que nuestro perfil profesional es el de profesionales de la salud en el campo de la psicología clínica y no somos ni religioso/as y/o clérigos como el Padre Custodio Ballester Bielsa de la plataforma de sacerdotes por la vida de las diócesis catalanas que ha hecho las pertinentes denuncias en la Santa Sede y por las cuales ha recibido respuesta, creemos que en nuestro caso, y dado que nos oponemos a personalidades como Miró Ardèvol que defiende un “posibilismo” que nosotros rechazamos, y es miembro de un consejo pontificio, o al Cardenal Cañizares, que es prefecto de una congregación, y en el pasado lo hemos criticado por prestar su apoyo a la eutanasia pasiva para evitar el encarnizamiento terapéutico considerando que esta postura es un homicidio por omisión al que nos oponemos porque abogamos por la ortotanasia (tratamiento vital y privilegio terapéutico), que no dudamos a enfrentarnos al Cardenal-Arzobispo Luis Martínez que desempeña elevados rangos en la curia y ante quien no podemos por más que manifestar nuestras disconformidades por las irregularidades que se desprenden de su ministerio pastoral, y un largo etcétera de razones que huelga comentar en este escaso espacio de reflexión …

En definitiva, al ser simplemente laico/as de base y no poseer cargos políticos o estar desvinculados de la maquinaria burocrática eclesiástica para mantener la independencia de criterio que nos distingue del resto de activistas, dudamos que nuestras súplicas tuvieran alguna incidencia en la Ciudad del Vaticano, Conferencia Episcopal Española y Tarraconense o Arzobispado de Barcelona. Así pues, lo mejor es que si tienen intención de tomar cartas en el asunto es que adjunten a su documentación parte de nuestros informes que dado lo extenso de los mismos, les indicamos que el último de la trilogía reseñada es el que mejor explica nuestra opinión al respecto.

Razones para la excomunión.

Exigimos la excomunión de sor Teresa Forcades porque en su artículo publicado en la revista catalana “Foc Nou” de octubre del 2009, aunque realiza un acto de adhesión al magisterio obligada por la amonestación del Cardenal Franc Rodé, Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, con posterioridad a sus declaraciones públicas, sigue como el Abad de Montserrat, José María Soler, sin manifestar una obediencia debida a los principios y fundamentos doctrinales, continúa sin desmentir en su consentimiento de la píldora del día después o el derecho de elección, y cualquier acto de retractación pública debe expresar la explícita objeción de conciencia y condena de la regulación del aborto y no su implícita aceptación como así ha quedado por demostrado, siendo su falta de atrición y contrición, penitencia o arrepentimiento, que la invalida y aparta de su vida consagrada y comunión con la Iglesia.

Continuación …

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