(RV).- La Santa Sede dirige un apremiante llamamiento para que Naciones Unidas centre un Tratado sobre el comercio y tráfico de armas en los derechos humanos inalienables, que siguen siendo violados. El Arzobispo Francis Chullikatt, Observador Permanente de la Santa Sede señala, en un comunicado, la urgente necesidad de un Tratado «firme, creíble y eficaz, que tenga un impacto real y duradero, garantizando una vida más segura y humana a todos los pueblos, que anhelan vivir en un mundo más seguro y protegido.» Y alienta a los Estados a trabajar juntos para alcanzar un «tratado histórico».
Mientras, en la ONU, prosiguen los debates para ratificar un protocolo con el fin de combatir el tráfico de armas, así como reforzar los mecanismos de control de la venta, posesión y traslados de las mismas, la Santa Sede hace hincapié también en «la responsabilidad de proporcionar una protección fuerte contra la transferencia de armas a países en los que están siendo usadas contra la población civil, en violación de las leyes humanitarias y de los derechos humanos, acordados a nivel internacional».
El llamamiento de la Santa Sede apremia también a que «nunca prevalezcan los intereses económicos sobre las primordiales necesidades y tutela de la vida humana y de la familia». Ante la propuesta de mencionar específicamente la «violencia de género», la Santa Sede advierte contra el riesgo de excluir a un gran número de víctimas de la violencia armada.
Por lo que el Tratado que se espera debe tutelar a mujeres, hombres, niños, familias, discapacitados, ancianos, refugiados, migrantes, desplazados, minorías étnicas y religiosas y todas las demás categorías de personas protegidas internacionalmente.
(CdM – RV)