La iglesia, templo del Espíritu Santo

(RV).- Una vez más miles de fieles y peregrinos de tantas partes del mundo han asistido a la audiencia general en la Plaza de San Pedro. El Santo Padre recorrió como es habitual en papamóvil, los diversos sectores de la explanada, saludando y bendiciendo, especialmente a niños y enfermos.

Recordamos que la de esta semana es la última catequesis, antes de la tradicional pausa que coincide con el verano romano. Por lo que todas las audiencias privadas y especiales del Santo Padre se suspenden durante este periodo estival.

«La Iglesia : Templo del Espíritu Santo», fue el tema de la catequesis del Obispo de Roma, haciendo hincapié en que Dios, por la encarnación de su Hijo, “construye su casa” para habitar en medio de nosotros. Así, Cristo es el Templo vivo del Padre, Él mismo edifica su “casa espiritual”, no hecha de piedras materiales, sino de “piedras vivas” que somos nosotros.

En su catequesis central, reiterando la imagen del templo en el misterio de la Iglesia, el Papa destacó que nos «recuerda que Dios siempre estuvo dentro de la historia de su pueblo, acompañando su camino y guiando sus pasos». Y evoca también nuestra historia personal, de cada uno de nosotros, cómo me encontró Jesús, ha caminado conmigo, y me bendice, añadiendo luego que la Iglesia es la casa de Dios, donde podemos recibir y encontrar al Señor, que la anima, guía y sostiene.

Si nos preguntamos, ¿dónde podemos encontrar a Dios, entrar en comunión con Él por medio de Cristo y el Espíritu Santo para que ilumine nuestras vidas? La respuesta es en el pueblo de Dios. Entre nosotros, allí lo encontraremos. Jesús es la roca de apoyo, piedra angular de todo el edificio, bien trabado, que va creciendo para constituir un templo santo al Señor, también ustedes son incorporados, para llegar a ser la morada de Dios en el Espíritu, dice Pablo (Efesios 2:20-22).

¿Y qué significa esto? Que somos el templo vivo y espiritual, cuando estamos juntos está entre nosotros el Espíritu Santo con sus dones y que nos ayuda a crecer como Iglesia, no ofreciendo sacrificios materiales, sino a nosotros mismos, nuestra propia vida (cf. 1 Pt 2, 4-5).

En este contexto, el Papa volvió a poner de relieve que la Iglesia no es una trama de cosas e intereses, sino que es el templo del Espíritu Santo, que obra en cada uno de nosotros, y desde el Bautismo nos hace piedra viva. Todos somos  iguales a los ojos de Dios. Nadie está por encima de los demás, ninguno es inútil, formamos parte y somos necesarios. Pero esto nos invita también a reflexionar sobre el hecho de que si falta el ladrillo de nuestra vida cristiana, le falta algo al edificio de la Iglesia.

Y al concluir su catequesis, el Santo Padre alentó a rogar que Dios nos conceda su gracia, fuerza, para que podamos estar profundamente unidos a Cristo, piedra angular, el pilar, piedra de apoyo de nuestra vida.

Saludos del Santo Padre.

Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, Argentina, Bolivia, Colombia, México y los demás países latinoamericanos. Pidamos al Señor que, animados por su Espíritu, seamos siempre piedras vivas de su Iglesia. Muchas gracias.

(RC y CdM – RV)

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