2013-07-20 L’Osservatore Romano.
Comienzan a llegar de todos los lugares. Por las calles de la ciudad ya se oyen los acentos más diversos. En el Comité organizador local, mientras se intensifican los trabajos y la preocupación por los últimos preparativos, crece la alegría; y a los ciudadanos de Río se unen miles de voluntarios que permitirán el desarrollo de esta gran fiesta. Es la Jornada mundial de la juventud de Río 2013, que ya se siente por todos los rincones, pero sobre todo entre el pueblo que espera con anhelo este encuentro de fe y esperanza con la Iglesia y su Pastor.
Todo conduce al espíritu de peregrinación y preparación espiritual : la acogida sencilla, el camino hacia el “Campus Fidei”, el tiempo de oración y reflexión. Los jóvenes desean tiempos mejores y nosotros rezamos a fin de que lleguen a ser protagonistas de una nueva sociedad, que deberá ser forjada por los valores del Evangelio y que la juventud lleva en el corazón y su vida.
Ahora todo está organizado para el gran momento. Este es el tiempo que el Señor ha preparado para la Iglesia en Brasil y de todo el mundo. Las circunstancias han sido providenciales, permitiéndonos llegar hasta aquí con estas realidades que nos desafían y nos hacen mirar al futuro. Por lo demás, esta es la gran herencia de la JMJ, que los jóvenes renovarán su esperanza y trabajarán en ella, cada uno en su propia realidad y cultura, por un mundo más justo y humano.
Con esta certeza, respondemos a la invitación y os decimos nuevamente : ¡Sed todos bienvenidos a la JMJ de Río 2013! En la semana del 23 al 28 de julio el corazón del mundo latirá aquí.
Orani João Tempesta, Arzobispo de San Sebastián de Río de Janeiro, presidente del Comité organizador local.