Ciudad del Vaticano, 20 julio 2013 (VIS).- La Oficina de Prensa de la Santa Sede ha hecho pública la carta que Francisco I ha enviado al cardenal Agostino Vallini, vicario general de la diócesis de Roma, por el LXX aniversario de los bombardeos en el barrio de San Lorenzo en Roma.
“Estoy espiritualmente unido a usted, la comunidad de frailes capuchinos y todos los que se reunieron en la Basílica de San Lorenzo Extramuros para conmemorar el violento bombardeo del 19 de julio del 1943, que causó graves daños al edificio sagrado y todo el barrio, así como a otras zonas de la ciudad, sembrando muerte y destrucción”.
El Obispo de Roma ha mencionado en su carta a Pío XII, que en aquellas horas terribles “estuvo cerca de sus conciudadanos tan gravemente afectados. El Papa Pacelli no dudó en correr, inmediatamente y sin escolta, entre las ruinas todavía humeantes del distrito de San Lorenzo, con el fin de ayudar y consolar a la población consternada. Incluso en ese momento demostró ser un pastor que cuida y está en medio de su rebaño, especialmente en los momentos de prueba, dispuesto a compartir los sufrimientos de su pueblo”.
Asimismo el sumo pontífice ha dedicado unas líneas a todos los que ayudaron moral y materialmente en ese momento dramático destacando a monseñor Giovanni Battista Montini, futuro Pablo VI, en aquel entonces sustituto de la Secretaría de Estado que acompañó al Santo Padre por el barrio de San Lorenzo.
Obispos, sacerdotes, religioso/as de Roma y toda Italia se convirtieron en el “Buen Samaritano” de la parábola del Evangelio “apoyando a su hermano en el dolor, para ayudarlo, darle consuelo y esperanza . Fue una carrera de caridad que se extendió a todos los seres humanos en peligro y necesitados de atención y apoyo”.
El Vicario de Cristo ha recordado las palabras de Pío XII : “Nada está perdido con la paz, todo puede perderse con la guerra”. La paz es un don de Dios, que tiene que encontrar también hoy corazones disponibles para recibirlo y trabajar para ser constructores de reconciliación.