(RV).- Francisco I en la Misa celebrada esta mañana en la capilla de la Casa de Santa Marta en la que participaron también los purpurados del “Consejo de Cardenales” reunido en estos días en la Ciudad del Vaticano con el sumo pontífice, subrayó en su homilía que no hay que transformar la gracia de la salvación en un vago recuerdo, sino en la presencia actual del Señor.
Esdras lee desde lo alto el Libro de la Ley, y el pueblo conmovido llora. El Papa se inspiró en este pasaje del Libro de Nehemías, de la Primera lectura de hoy, para centrar su sermón. El Pueblo de Dios, observó el Obispo de Roma, “tenía una memoria lejana de la Ley”, aquel día en cambio, se hizo cercana porque tenía la experiencia de la salvación. Y esto es importante no sólo en los grandes momentos históricos, sino también en nuestra vida. Cuando Dios viene y se acerca – afirmó el Santo Padre – nos lleva a mantener viva en la memoria, la buena nueva, el mensaje que nos salva. La Iglesia, subrayó, guarda este vivo recuerdo de la Pasión del Señor.
Cada semana vamos a misa, cuando muere alguien, iremos a su funeral y, tantas veces se transforma en un evento social que su rutina difumina el verdadero significado. Imaginemos esta escena en el Libro de Nehemías : Esdras que lleva el Libro de Israel y el pueblo que se acerca sintiendo la fuerza de Dios. Pidamos al Señor – concluyó el Obispo de Roma – tener siempre presente y cerca de nosotros, aquella memoria viva de la gracia salvadora.
(María Fernanda Bernasconi – RV)