Dios y la dignidad de las personas

(RV).- El Papa durante la misa de esta mañana en la Casa de Santa Marta ha comentado las parábolas de la oveja y moneda perdida, el Obispo de Roma explicó la actitud de los escribas y fariseos que se escandalizaban de las obras que hacía Jesús y por las que terminaron murmurando contra Él, diciendo que era un peligro, porque andaba con publicanos y pecadores.

Cristo – afirmó el Santo Padre – respondía a esta hipocresia de las murmuraciones, intensificando su mensaje de salvación de los más alejados de Dios. Ésta sería también su actitud, el Jueves Santo : Padre, que no pierda a ninguno de los que me has dado. El Señor no camina como los extraviados sin un rumbo fijo, sino que anda en busca de quienes se han perdido en el camino de la vida, como ese pastor que en la oscuridad encuentra a su oveja, o como aquella mujer, que cuando pierde una moneda enciende la lámpara, barre la casa y busca con cuidado hasta encontrarla. Así es Jesús.

Luego, cuando ha traído y devuelto al redil a quien estaba extraviado, hace como con la mujer adúltera, le devuelve la dignidad, y le dice que no vuelva a pecar.

(RC – RV)

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