Francisco I en la Jornada Mundial del Refugiado

Ciudad del Vaticano, 19 de enero 2014 (VIS).- A mediodía el Papa se ha asomado a la ventana de su estudio para rezar el Ángelus con las personas reunidas en la Plaza de San Pedro y antes de la oración mariana ha comentado el Evangelio de hoy en el que San Juan Evangelista narra el encuentro cerca del río Jordán de Juan Bautista con Jesús que avanza entre la multitud, y reconoce en Él al Mesías, exclamando : ”¡Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!”.

El Señor vino al mundo con una misión precisa, liberar de la esclavitud del pecado y las culpas de la humanidad, venciendo el mal con el bien, entregando la propia vida por los demás. Cristo soportó sufrimientos y dolores hasta morir en la cruz por nuestra redención. Juan Bautista se encuentra con el hijo de Dios, que ha sido enviado al mundo para convertirse en cordero inmolado, que llega hasta el sacrificio de sí mismo. Así, los cristianos soportamos la maldad y soberbia, con bondad y humildad, testimoniando con nuestra vida el mensaje evangélico.

Después de rezar el Ángelus, Francisco I ha recordado que hoy se celebra la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado, y ha enviado un saludo especial a los representantes de las diversas comunidades étnicas reunidas, en particular, las católicas de Roma, animándoles a no perder la esperanza en su peregrinaje hacia el Reino de Dios, y a vivir en paz en los países que los acogen, custodiando los valores de las culturas de origen.

El Santo Padre ha dado también las gracias a los que trabajan con los migrantes y los defienden de aquellos que los esclavizan, refiriéndose a la Congregación de los misioneros de San Carlos y religioso/as escalabriniano/as, que tanto bien hacen a la Iglesia, invitando a rezar un Ave María a los presentes por quienes viven aquellas situaciones tan graves y difíciles.

Ya por la tarde a las 16 h. el sumo pontífice se dirigió a la Iglesia romana del Sagrado Corazón de Jesús en la zona central de Castro Pretorio, a su llegada saludó a los fieles de la parroquia, a niños bautizados en los últimos meses junto a sus padres, parejas de recién casados y familias. Además, pudo conocer la realidad de la zona al encontrar con algunos vagabundos y personas sin domicilio fijo, y a un grupo de refugiados. También, confesó a cinco penitentes y a las 18 h. celebró la eucaristía en la basílica. Al finalizar, se encontró con la comunidad salesiana, que se encarga de la parroquia, entre ellos, el párroco Valerio Baresi, así como con las hermanas Misioneras de Cristo Resucitado. Por último, y antes de volver al Vaticano, se detuvo para hablar con los jóvenes de la comunidad parroquial.

el-papa-con-el-patriarca-de-antioquia.png el-santo-padre-en-el-angelus-dominical.png el-santo-padre-bendiciendo.png cumbre-del-g-20.png index-latinitas.jpg estadio-olimpico-de-roma.jpg bola-del-mundo.png


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *