(RV).- Al conocer la trágica noticia del incendio, en L’Isle-Verte, a unos 450 kilómetros de Montreal, que destruyó una residencia de ancianos, causando numerosas víctimas, Francisco I se une en oración al dolor de las familias y encomienda los fallecidos a la misericordia de Dios.
Así comienza el mensaje de condolencias del Santo Padre, firmado por su Secretario de Estado, Mons. Pietro Parolin y enviado al Arzobispo de Rimouski, Mons. Pierre-André Fournier. El Papa expresa su cercanía espiritual a los heridos y familiares, así como a los bomberos y equipos de socorro, por su solidaridad, a pesar de las enormes dificultades debidas a las condiciones meteorológicas.
De los 52 residentes, que se encontraban en la institución geriátrica, sólo 20 lograron escapar con vida, y la localidad donde se ha producido el accidente ha registrado difíciles condiciones climatológicas, llegando a temperaturas de 28 grados bajo cero.
El mensaje del sumo pontífice asegura su especial bendición apostólica a todas las personas que sufren por esta tragedia, ocurrida el pasado 22 de enero.
(CdM – RV)