Encuentro de Oración Islámico-Cristiana en Líbano

Ciudad del Vaticano, 26 marzo 2014 (VIS).- Francisco I a través del cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, envió ayer tarde un mensaje a los participantes en el VIII Encuentro de Oración Islámico-Cristiana. El evento que tiene lugar en Beirut (Líbano) con motivo de la festividad de la Encarnación, ocasión tan importante que el gobierno libanés decidió en 2010 que pasara a ser fiesta nacional el 25 de marzo, está organizado por la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio de la Universidad de San José y Nuestra Señora de Jamhour.

El Santo Padre manifiesta al ver a cristianos y musulmanes unidos por la devoción a la Virgen María que el santuario de Nuestra Señora del Líbano, en Harissa, es un lugar bendito donde todos pueden invocarla, y los alienta a trabajar unidos por la paz y el bien común, contribuyendo así al desarrollo integral de las personas y la sociedad, confiando a los participantes en el encuentro y a todos los habitantes a la intercesión maternal de la Reina de la Paz y protectora del Líbano.

“La Virgen María y el diálogo islámico-cristiano” fue el título de la intervención del Padre Miguel Angel Ayuso, Secretario del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, que subrayó la convivencia entre musulmanes y cristianos que caracteriza la historia del Líbano, en medio de tantas dificultades, y constituyendo un testimonio para otras naciones.

Desde el Concilio Vaticano II, la Iglesia Católica reconoce que los musulmanes honran a María, la Virgen madre de Jesús, e incluso la invocan con piedad, es mencionada varias veces en el Corán, y el respeto por ella es tan evidente que cuando se la nombra en el Islam se invoca que la paz sea con ella. Los cristianos se unen a esta invocación, así como los santuarios como el de Nuestra Señora del Líbano en Harissa.

Esta devoción crea experiencias culturales que las comunidades pueden compartir fomentando la colaboración, solidaridad y reconocimiento mutuo de un único Dios. Por eso la Iglesia se ha dirigido a los creyentes del Islam a lo largo de estos últimos 50 años, tratando de entablar un diálogo y respeto mutuo, buscando establecer relaciones regulares con las instituciones y organizaciones musulmanas con el fin de promover el entendimiento y confianza.

De hecho, existen acuerdos a fin de garantizar la posibilidad de celebrar reuniones periódicas, en función de programas y procedimientos aprobados por ambas partes, basándose en el testimonio de la propia fe, y a la vez, en la apertura a la Religión del otro. En el documento “Diálogo y anuncio”, publicado conjuntamente en 1991 por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y el Consejo para el Diálogo Interreligioso, se habla de sus formas diversas en la vida, las obras, los intercambios teológicos y la experiencia religiosa.

El lema de la fiesta nacional del Líbano : “Reunidos alrededor de María, la Virgen”; evoca la exhortación apostólica ‘Marialis Cultus’, promulgada en 1974 por Pablo VI, en la que es presentada como quien escucha, reza y habla con Dios, y también como imagen y modelo de sierva de Dios que dirigiéndose al arcángel San Gabriel, le pregunta: ¿Cómo será posible?; enseñándonos a creer, y a abrirse al misterio de la encarnación para hacer la voluntad del Señor.

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