San José Obrero, día del trabajador

(RV).- Cristo entra en la historia, naciendo de María por obra del espíritu santo, pero con la presencia de José, el padre legal que lo custodia y también le enseña su trabajo, pidamos que interceda por todos los trabajadores del mundo, y con la Madre de Dios, sean el centro de nuestra vida, exhortó el Papa este 1 de mayo.

Todos en la medida de sus responsabilidades deben esforzarse por crear puestos de trabajo y dar esperanza, solicitando que se impulse la dignidad humana, se actúe contra la trata de personas o el trabajo que esclaviza, y se custodie la creación.

Pensando en las dificultades que tienen no pocos países en el ámbito laboral, el Santo Padre destacó que el empleo forma parte del plan de Dios y dignifica a la persona, alentando a orar al Señor para que nos enseñe a ser fieles y a afrontar con fe las vicisitudes de cada día.

En el Evangelio, Jesús es conocido como el hijo del carpintero. En el taller de Nazareth, comparte el esfuerzo, cansancio y problemas diarios que forman parte de los momentos difíciles que afronta con una esperanza y confianza que no le abandonan, como María y José, que lo acompañan y protegen.

Y recordando la importancia del rezo del Rosario, ha hecho hincapié y puesto de relieve el comienzo del mes de mayo dedicado a la Virgen, recordando la importancia de la oración, su recitación y meditación de los principales pasajes evangélicos, tratando que ocupen nuestros pensamientos, atenciones y acciones.

(CdM – RV)

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