El testimonio de Cristo en la sociedad actual

El Santo Padre bendiciendo(RV).- Participar en la misión de Cristo, que nos precede y acompaña en la evangelización ante los desafíos de hoy, como la vida, familia, paz, pobreza, libertad religiosa y de educación, en un mundo que olvida a Dios y se centra en el consumo, renovando siempre estos principios, con valentía evangélica y perseverando en el carisma original, buscando siempre la comunión, son las sugerencias para el camino de fe y vida eclesial como aspectos que ha señalado el sumo pontífice este sábado a los participantes en el III Congreso Mundial de los Movimientos Eclesiales y nuevas comunidades.

A los congresistas llegados de tantas partes del mundo, para reflexionar sobre la exhortación apostólica “Evangelii Gaudium” de Francisco I, el Obispo de Roma ha recordado la importancia de preservar sus carismas afianzados en la acción del Espíritu Santo. La novedad de sus experiencias no consiste en los métodos y las formas, aunque son importantes, sino en la disposición para responder a la llamada del Señor, es esta valentía evangélica que ha permitido el nacimiento de estos grupos, lo que hace necesario conservar siempre sus carismas para afrontar los desafíos de hoy.

Reflexionando sobre cómo acoger en particular a los jóvenes, el Papa destacó la paciencia y el respeto de cada uno, a pesar de las graves dificultades que sufre la familia. La sociedad vive serios problemas de identidad porque tiende a delegar en los demás las decisiones importantes de la vida. Hay que resistir a la tentación de dejarnos condicionar por ideologías, y apoyar un progreso moral basado en la educación cristiana y una relación sincera con el Señor.

Al mismo tiempo que hay que estar al servicio de la Iglesia y su misión, otra indicación que no hay que olvidar es la comunión eucarística, la gracia suprema que Jesús nos dejó como herencia espiritual para la salvación de nuestras almas, ya que para que el mundo crea que Jesús es el hijo de Dios y nuestro salvador, lo primero y más esencial, es esta unión entre los cristianos, porque con divisiones y rivalidades, la evangelización no resulta posible.

Esta verdadera comunidad no puede existir sin la Iglesia, y los movimientos o nuevas comunidades están llamados a colaborar para realizar su contribución ante una sociedad de consumo que ha olvidado a Dios y los valores esenciales de la existencia humana.

(CdM – RV)

Continuación …

CET-agradece-viaje-pontificio-a-ankara-y-estambul.png lideres-religiosos-contra-la-esclavitud.png paradigmas.jpg beatificacion-martires-tarragona.png chad.png ajedrez-y-empresa.jpg catedral-de-san-rufino-asis.jpg


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *