(RV).- El pasado domingo concluyó en Vietnam el Año Santo convocado el 18 de enero del 2014 para conmemorar los cuatrocientos años de la llegada de los primeros jesuitas a esta nación. En efecto, era en 1615 cuando los hijos espirituales de San Ignacio, acompañados por algunos cristianos japoneses, desembarcaron en el puerto de Hôi An, y se establecieron en Cua Han, cerca de Da Nang, para escapar de la persecución contra los cristianos en Japón. Vietnam por aquel entonces estaba subdividido en dos reinos, Tonkín, en el norte, y Cochinchina en el sur.
Después de 158 años de su llegada, los jesuitas desaparecieron de este país hasta su regreso en 1957, por invitación del gobierno sudvietnamita con el fin de ayudar a desarrollar las universidades. En 1975, cuando la guerra entre el sur y el norte concluyó con la victoria del régimen comunista, todo volvió a cambiar, muchos fueron expulsados o encarcelados casi inmediatamente, mientras otros fueron enrolados en el ejército u obligados a trabajar en las granjas estatales.
Hoy hay 210 Jesuitas, 140 de los cuales en formación. El estado limita sus actividades en las escuelas, la universidad u otras actividades sociales. En Ho Chi Minh más de tres mil personas participaron, en las celebraciones organizadas para recordar la llegada de los religiosos de la Compañía de Jesús, y Monseñor Cosma Hoang Van Dat, obispo de Bac Ninh, diócesis cercana a Hanoi, celebró la Santa Misa en la sede principal de los jesuitas que se encuentra en Thu Duc, un suburbio de la ciudad.
(MFB – RV)