Las heridas de la infancia

Ciudad del Vaticano, 8 abril 2015 (VIS).- El Santo Padre ha reanudado la celebración de la Audiencia General de los miércoles en la Plaza de San Pedro, continuando con el ciclo de catequesis dedicado a la familia, completando la reflexión sobre los niños, y centrándose en los sufrimientos que viven a diario.

Muchos menores son rechazados, abandonados, despojados de su infancia y futuro. Hay quien se atreve a decir que traerlos al mundo fue un error, y esto es un pecado. Los que tienen la tarea de gobernar, o que desempeñan cargos de responsabilidad, deben hacer todo lo posible para cambiar esta situación, porque cada niño marginado que vive en las calles mendigando, sin escuela, ni atención médica, es una vergüenza para la sociedad.

Francisco I ha recordado cómo Jesús pidió a los apóstoles que dejaran a los niños acercarse a Él, y ha destacado que a pesar de las graves dificultades que atraviesan, a menudo hay padres extraordinarios, listos para sacrificarse y ser generosos en todo momento, a quienes hay que acompañar en su esfuerzo y ofrecerles todo nuestro apoyo.

El Papa ha mencionado también cómo a menudo el trabajo esclavo e infantil ocasiona efectos devastadores, vidas desgraciadas y desgastadas por empleos precarios, mal pagados y horarios insostenibles, sufriendo violencias que no se pueden superar y que llevan a la degradación de la persona. Por esta razón, tanto ahora como en el pasado, la Iglesia siempre ha ofrecido su servicio a las familias con el fin de evitar estas injusticias. Pidamos al Señor por todos ellos y su protección.

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