Defender la vida de los más frágiles de la sociedad

(RV).- Cristo es la luz que ilumina el camino para que la ciencia esté siempre al servicio de la vida, frente a todos los atentados contra su sacralidad, como es el caso del flagelo del aborto. Esta es la exhortación del Obispo de Roma a los participantes en el encuentro promovido por la Asociación Ciencia y Vida, a quienes recibió en audiencia en la Sala Clementina del Vaticano.

El congreso organizado con ocasión del 10° Aniversario de su fundación, tiene por objetivo reflexionar sobre los principios antropológicos y científicos de la bioética, con el fin de tutelar y promover la vida humana. Los descubrimientos de las investigaciones relativas a algunas cuestiones en relación con el nacimiento, la discapacidad, las enfermedades y la muerte, son objeto de reflexión.

En sus saludos, el Santo Padre resaltó el servicio que viene realizando esta asociación y los animó a seguir practicando las actitudes de apertura, atención y proximidad con el ser humano en cada situación concreta. En este sentido subrayó el Papa, es importante reconocer y tutelar los derechos de la persona, porque la ciencia debe estar al servicio de la vida, un don de Dios, que genera esperanza y futuro para la sociedad, ya que el grado de progreso de una civilización se mide por la capacidad de protegerla, sobre todo en sus fases más frágiles, más que por la difusión de instrumentos tecnológicos.

(RM – RV)

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