Una invitación al diálogo franco y sincero, con gran respeto recíproco entre las religiones

El discurso de Benedicto XVI en la Universidad de Ratisbona (12 septiembre 2006) durante su viaje apostólico a Alemania exhorta al respeto y diálogo hacia las otras religiones y culturas, y condena a los autores de sucesos como los ocurridos en Argelia (1996), que en nombre de Dios son capaces de cometer los crímenes más atroces.

“La noche del 26 de marzo de 1996, siete monjes de la abadía trapense de Tibhirine en Argelia fueron raptados. Durante dos meses nada se supo de ellos. El 21 de mayo, un comunicado sobrecogedor de los fundamentalistas islámicos anunciaba: “Les hemos cortado las gargantas a los monjes“. El día 30 del mismo mes, fueron hallados los cadáveres. Se trataba de una muerte anunciada, que estos monjes habían podido preveer en la fe. Lo atestigua el testamento espiritual de su prior, Padre Christian M. de Chergé, Prior del monasterio de Nôtre-Dame del Atlas en Tibhirine, Argelia: Argel, 1° de diciembre de 1993 – Tibhirine, 1° de enero de 1994″ (Extraído de “El testimonio por Cristo y su Iglesia hasta la muerte”. Bruno Forte, Roma, Italia. XXIX Videoconferencia Teológica Internacional : “El martirio y los nuevos mártires”. Prefectura de la Congregación para el Clero – S. Em. Revma. Cardenal Darío Castrillón Hoyos. Ciudad del Vaticano, 28 mayo 2004).

Citamos un fragmento del Apocalipsis de San Juan (Ap. 19, 11-16), sobre el significado que adquiere el término “mártir”, que tiene su raíz en el término griego “martus” y significa “testigo” de Cristo en la literatura escatológica cristiana, que expresa con el testimonio del martirio, el verdadero sentido de la predicación de la palabra de Dios, que al filo de la espada proclama el triunfo de la cruz sobre las falsas ideologías imperantes en la sociedad actual, que utilizan la violencia y el asesinato para la consecución de sus fines, y por consiguiente ciegan cualquier posibilidad de diálogo entre las culturas y religiones.

Apocalipsis 19. 11 Entonces vi el cielo abierto, y había un caballo blanco: el que lo monta se llama “Fiel” y “Veraz”; y = juzga = y combate = con justicia. = 12 Sus ojos, llama de fuego; sobre su cabeza, muchas diademas; lleva escrito un nombre que sólo él conoce; 13 viste = un manto empapado en sangre = y su nombre es : la palabra de Dios. 14 Y los ejércitos del cielo, vestidos de lino blanco puro, le seguían sobre caballos blancos, 15 de su boca sale una espada afilada para herir con ella a los paganos; él = los regirá con cetro de hierro; = él pisa el lagar del vino de la furiosa cólera de Dios, el Todopoderoso, 16 lleva escrito un nombre en su manto y en su muslo: = Rey de Reyes y Señor de Señores …

El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Padre Federico Lombardi, S.I., el 14 septiembre 2006, y el Cardenal Tarcisio Bertone S.D.B., Secretario de Estado, el 16 septiembre 2006 declararon a los medios de comunicación a propósito de las reacciones de algunos representantes musulmanes a cierto pasaje del discurso de Benedicto XVI en la Universidad de Ratisbona que cita el emperador bizantino Manuel II Paleólogo al referirse a Mahoma y su directiva de difundir por medio de la espada la fe que él predicaba, que es oportuno notar que lo que interesa al Santo Padre es un rechazo claro y radical de la motivación religiosa de la violencia, y que en las conclusiones queda clara al reafirmar su voluntad de cultivar una actitud de respeto y diálogo hacia las otras religiones y culturas. La siguiente declaración de Benedicto XVI, con fecha 17 de septiembre 2006, de la que citamos los fragmentos más importantes, constata una vez más la dimensión ecuménica de su Pontificado: “En este momento sólo deseo añadir que me siento profundamente apenado por las reacciones suscitadas por un breve pasaje de mi discurso en la Universidad de Ratisbona, considerado ofensivo para la sensibilidad de los creyentes musulmanes, mientras se trataba de una cita de un texto medieval, que no expresa de ninguna manera mi pensamiento personal”. “Ayer el cardenal secretario de Estado hizo pública una declaración en la que explicaba el sentido auténtico de mis palabras. Espero que sirva para calmar los ánimos y aclarar el verdadero significado de mi discurso, que en su totalidad era y es una invitación al diálogo franco y sincero, con gran respeto recíproco”. Después, el Papa se refirió a la reciente festividad litúrgica de la Exaltación de la Santa Cruz, 14 de septiembre, plasmada en la tradicional imagen de la crucifixión. “Renovemos también nosotros nuestro sí a Dios, que eligió el camino de la cruz para salvarnos. Se trata de un gran misterio que prosigue hasta el fin del mundo …”.

En unión de oraciones con Benedicto XVI y la Santa Madre Iglesia.

Por Lic. Gustavo Carrére Cadirant. República Argentina.

Frente a las reacciones infundadas y desproporcionadas de sectores del integrismo musulmán -que condenamos expresamente-, a pesar de las aclaraciones públicas, oportunas y pertinentes del Sumo Pontífice, con una profunda caridad de su parte, expresamos a Su Santidad, el Papa Benedicto XVI, Sucesor de Pedro y Vicario de Cristo en la tierra, nuestra total cercanía y solidaridad en estos momentos de desolación y dolor, e intensificamos nuestras oraciones por él, por la Santa Madre Iglesia, y muy especialmente por la conversión de quienes hoy ciegos y duros de corazón, reivindicando la “guerra santa” y el “matar por Dios”, parecen obrar como hijos directos de quienes, bajo la bandera del fanatismo religioso, invadieron y conquistaron a sangre y fuego España en el siglo VIII; asolaron Tierra Santa en los siglos XI-XII; asaltaron y arrasaron Bizancio en el siglo XV; se lanzaron contra el centro de la Cristiandad, sucumbiendo en Lepanto en el siglo XVI y en el frustrado sitio de Viena en el siglo XVII; masacraron a un millón y medio de armenios a principios del siglo XX y martirizaron siete monjes de la Orden Cisterciense de la Estrecha Observancia (más conocidos en el mundo como “Trapenses”), ocurrido en Argelia el 21 de mayo de 1996.

Vaya también el recuerdo y oraciones a los miles de sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos católicos que fieles al mandato de Jesús, transmitiendo la “Buena Nueva”, son martirizados, asesinados por odio a la fe católica, torturados, encarcelados en muchos países dónde este fundamentalismo persigue directamente al cristianismo, lo prohíbe y castiga severamente; asimismo condenamos los recientes ataques a iglesias católicas, y el cruel asesinato de Sor Leonella Sgorbati en Somalía.

Invitamos a todos los católicos, postrados de cara a Dios, a sumarse en oraciones, públicas o privadas, en las capillas, en sus casas, orando mucho por la Iglesia, por Su Santidad, y los Obispos, por la conversión de los enemigos de la Iglesia -que son en esencia, enemigos de la tradición judeo-cristiana, su cosmovisión y proyección-, por la paz en todos los corazones, y pidiendo muy especialmente a la Santísima Virgen María acelere el triunfo de su Inmaculado Corazón y el de su Hijo como prometió en Fátima.

Nuestra Señora de Luján, Madre y Patrona de la Patria, ora pro nobis.
Nuestra Señora de Guadalupe, Emperatriz de América, ora pro nobis.
Nuestra Señora del Pilar, Patrona de la Hispanidad, ora pro nobis.

En unión de oraciones, para mayor gloria de Dios y bien de las almas.

José María Amenós Vidal / Fundación Psicología y Cristianismo. 19.09.2006.

viernes, 18 de mayo de 2012, 18:36:25 (periodismocatolico.com)

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