16 octubre 2012, 13:50

La tragedia de Fukushima : campos, pueblos y ciudades fantasmas.

A poco más de un año y medio de la mayor catástrofe atómica desde Chernobyl (Ucrania), os presentamos una exposición en linea de Greenpeace sobre los efectos devastadores de la radioactividad en las poblaciones afectadas y que lleva por título : Tierras de penumbra o SHADOWLANDS. Los rostros de Fukushima; con fotografías de Robert Knoth y entrevistas de Antoinette de Jong. Ver / descargar.

Asimismo, reproducimos a continuación parte del informe que ya realizamos en su día durante el seguimiento del accidente nuclear de Fukushima y el síndrome de Japón. Ver / descargar.

El síndrome de Japón a escala INES

La energía nuclear se libera por la desintegración del núcleo de los átomos inestables como es el Plutonio, Uranio 235, etc … que se somete a un bombardeo de neutrones, el núcleo se rompe y esto genera calor, radiación y la llamada reacción en cadena (o masa crítica) por la que uno o varios neutrones bombardean de forma simultánea a otros átomos y así sucesivamente. Esta generación de calor se utiliza para producir la electricidad medida en cientos de miles de kilovatios.

Por ejemplo, la fisión de átomos de U 235 radioactivos producen además de fuente calorífica, la radiación de la que debemos protegernos, así como también los residuos radioactivos u otros elementos atómicos inestables que permanecen en el entorno por milenios.

Escala INES (International Nuclear Event Scale).

Nivel 7. Accidente mayor y liberación grave. Efectos múltiples para la salud y el medio ambiente.

La catástrofe nuclear de Chernobyl (1986) en Ucrania ha recibido la evaluación unánime por parte de la comunidad científica del nivel 7, el más alto jamás alcanzado en los incidentes y accidentes sufridos por las centrales nucleares, y que se define como un accidente mayor con un intenso o extenso efecto radioactivo en la salud y el medio ambiente, se calcula que las muertes directas e indirectas provocadas por este suceso han superado las doscientas mil personas y siguen en aumento, pues la prevalencia en la naturaleza hasta la extinción del material radioactivo en la escala del tiempo supera los miles de años.

El centro de evaluación del medio ambiente de la Academia Rusa de la Ciencia y el Centro Nacional de Estadística sobre el Cáncer de Bielorrusia y Ucrania, apoyan la versión oficial de estas cifras.

Nivel 6. Accidente importante y liberación significativa. Posibilidad de que se requiera la aplicación plena de las contramedidas previstas.

El nivel 6, es un accidente de alto perfil, con explosiones H y un escape radioactivo que obliga a la evacuación de la población en un radio de 20-30 km. alrededor de los reactores que se encuentren en el límite del umbral de fusión (punto crítico) o fuera de control.

El ISIS (Institute for Science and International Security) en su evaluación del accidente en la central atómica de Fukushima (2011) en Japón, calificó en la escala INES un accidente nuclear de nivel 6, y declaró públicamente que en el caso de continuar los acontecimientos se llegaría a nivel 7, reservado para Chernobyl en Ucrania.

El síndrome de China es el peor de los escenarios posibles por el que se produce cuando el núcleo del reactor de una central nuclear se funde a causa de sobrecalentamiento por falta de refrigeración (H2O), lo que termina provocando explosiones de hidrógeno acumulado, la liberación de grandes cantidades de material radioactivo y su expulsión directa a la atmósfera a causa de la rotura de las vasijas de contención o el vaciado de refrigerante en las piscinas de almacenamiento dejando al aire libre el combustible nuclear.

En la provincia de Fukushima se detecta Yodo-131 y Cesio-137 radioactivo

Malcolm Crick, secretario del comité científico sobre los efectos de la radiación atómica de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha comunicado el resultado de la medición de radiaciones que se han obtenido a consecuencia del accidente nuclear en Fukushima (2011), cuyos informes apuntan a que los niveles de Yodo y Cesio radioactivos en la leche y otros comestibles son significativamente elevados.

Del mismo modo, Peter Cordingley, portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha concretado que las partículas de Yodo-131 y Cesio-137 procedentes de los reactores nucleares y que han sido irradiadas al aire en una cantidad significativa han provocado la polución radioactiva de alimentos o agua, y están superando las consecuencias que han indicado el gobierno japonés, la Compañía Eléctrica de Tokio que gestiona la central termonuclear o la Agencia Internacional de Energía Atómica.

De este modo, se confirma que el síndrome de japón a escala INES (International Nuclear Event Scale) de nivel 6 que avanzó el ISIS (Institute for Science and International Security) en los primeros días de la alerta atómica puede superar por sus efectos bioacumulativos todas las previsiones y convertirse en una catástrofe sin precedentes como Chernobyl (1986).

El ISIS ya avanzó la gravedad del accidente de Fukushima.

Aunque está sujeto a la conclusión de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), el organismo de vigilancia atómica de Japón, es decir, la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial (NISA, por sus siglas en inglés), ha hecho público con fecha 12 de abril del 2011 el mismo anuncio que el ISIS – Institute for Science and International Security, ya había realizado en los primeros días del accidente nuclear en la central atómica de Fukushima, el 16 de marzo del 2011, y por el que se refirió a su gravedad en la escala INES – International Nuclear Event Scale de nivel 6 avanzando que en caso de continuar la gravedad de los acontecimientos tras aplicar el conjunto de contramedidas previstas se llegaría a una catástrofe de similares características a la producida en Chernobyl (1986) y que ha sido calificada de INES 7, el valor máximo en la valoración de sucesos radioactivos en plantas nucleares.

ÚNETE al Movimiento Anti-Nuclear. Ver / descargar.

tomas-moro.jpg juan-antonio-reig.jpg pluma.png papa-ratzinger.jpg crin.png documentos.jpg aca-pc.png


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *