Papa, el obispo sirve a la verdad con prudencia y bondad
Fidelidad, prudencia y bondad. Benedicto XVI ha definido con estas características el alma del buen obispo, que cumple su mandato poniéndose al servicio de Dios y de su voluntad. En el silencio y en la oración de la celebración, ordenando a cinco nuevos obispos, el Papa ha recordado cómo, sobre todo, el consagrado debe curar la herida interior del hombre, su lejanía de Dios. Sin buscar poder, prestigio y estima personal, el obispo debe guiar a los hombres hacia Jesucristo y hacia el Dios vivo, introduciéndole en la verdad y en la libertad. La fidelidad del siervo ha insistido el Pontífice, consiste precisamente en el hecho de que no busca adecuar su fe a las modas del tiempo …
Continuación …