6 abril 2010, 15:43

El síndrome de Mauthausen y las agencias de información.

El Diario del Vaticano aclara las declaraciones del Padre Raniero Cantalamessa sobre el antisemitismo contra Benedicto XVI.

El Síndrome de Mauthausen o del superviviente, es decir, el complejo del prisionero de guerra en los campos de concentración o de las víctimas de violación, a que se refiere nuestro artículo enviado durante el día de ayer al Diario del Vaticano con el título : “El Padre Raniero Cantalamessa y el antisemitismo en los medios de comunicación”; aclara las declaraciones realizadas por el predicador de la casa pontificia que fueron desautorizadas por Benedicto XVI ante la disconformidad de las autoridades religiosas judías de asociar las injurias contra el Papa realizadas por los medios de comunicación a causa de los casos de abusos a menores en la Iglesia, con el antisemitismo propiamente dicho que en su sentido más literal es la animadversión contra el pueblo judío.

Si un texto fuera de contexto, es un mal pretexto, no han sido entendidas en su verdadera dimensión y en el lugar que les corresponde. Estas palabras en el sermón del viernes santo pronunciadas por el Padre Cantalamessa tienen su justificación en el ámbito de la psicopatología clínica desde hace ya varias décadas, no es nada nuevo como parecen creer muchos, ni tampoco de ahora porque se hayan mencionado durante estos días.
 
En realidad, si entendemos que el antisemitismo es la raíz en la que amerita la sintomatología psiquiátrica del síndrome de Mauthausen, no es dificil comprender que quien sufre por causa de la pederastia en la Iglesia es también un superviviente, y que por tanto los improperios injustificados contra el Papa que hace lo imposible por atajar este mal y que han sido vertidos indiscriminadamente por las agencias de información, no hacen más que recordarnos la semilla antisemita del nazismo durante la II Guerra Mundial en los campos de concentración y exterminio.
 
El Padre Raniero Cantalamessa y el antisemitismo en los medios de comunicación.
 
El síndrome de Mauthausen o el complejo del prisionero de guerra en los campos de concentración con el régimen más duro, cruel e inhumano que pueda existir, es el mismo sufrido por víctimas de violación y abusos sexuales que no han podido resolver el conflicto de culpa y adversidad de sus traumáticas experiencias. Se denomina también, el síndrome del superviviente, y en los cuadros severos cursa con la imposibilidad de resolver su situación cuando de la gravedad de los daños infligidos deriva el suicidio de la propia víctima.
 
Así sucedió con judíos que sobrevivieron a la II Guerra Mundial ante la incapacidad de que fueran juzgados los responsables de las atrocidades cometidas. La necesidad de estas personas afectas de encontrar en la justicia civil y penal la resolución de conflictos, hacen de este el único medio eficaz para evitar una recaida en la más absoluta desesperación, porque en estas circunstancias no es posible olvidar, ni tampoco perdonar.
 
Por esta razón, en los casos de abusos a menores debe existir el agravante de eximente incompleta ya sea cuando concurrieren los requisitos para eximir de responsabilidad a los respectivos acusados o por alegar consentimiento de la víctima, porque debe ser causa justa y suficiente que al tratarse de un menor de edad se procese a los acusados, ya que en caso contrario, y ante la posibilidad de que no fueren declarados culpables, el trauma que esto supondría para las víctimas y sus familias es doblemente grave.
 
Si extrapolamos esta situación a la actualidad de los medios de comunicación que han orquestado una campaña difamatoria contra el Vaticano, sobre todo por el caso Lawrence Murphy de Milwaukee en Wisconsin (USA) que fue denunciado por el New York Times, y que ha resultado ser muy ofensiva para Benedicto XVI, obtenemos como resultando una acción del todo perjudicial no solamente contra quienes van dirigidos los insultos, calumnias y difamaciones, sino también hacia aquellos supervivientes de abusos sexuales que en estas circunstancias y falsas afirmaciones vertidas contra el sumo pontífice, tienen una equivocada percepción de la realidad que frustra sus expectativas de obtener justicia en los respectivos tribunales como consecuencia de una presunta impunidad.
 
En definitiva, el New York Times ha vertido tantas acusaciones falsas contra Benedicto XVI, que ha tratado la cuestión como si se tratara de antisemitismo del IIIer. Reich y supervivientes de campos de exterminio, es decir, de impunidad en el Vaticano y víctimas de abusos, provocando con todo ello un mayor y más profundo síndrome de Mauthausen en las víctimas de pederastia en la Iglesia, a causa de una visión totalmente distorsionada y manipulada de los hechos, como así ha afirmado el Padre Raniero Cantalamessa, predicador de la casa pontificia.
 
Referencias bibliográficas.
 

Psiquiatría y Holocausto. Vida y muerte en los campos de concentración y exterminio. Un análisis de las causas y consecuencias económicas, sociales y políticas del IIIer. Reich (1933-45) alemán en la deportación y genocidio del pueblo judío durante la IIª Guerra Mundial (1939-45).

Conferencia magistral del IIIer. Encuentro Internacional sobre Migraciones (6-24 noviembre 2006) e integrada en nuestro volumen de recopilación de conferencias magistrales, ponencias y comunicaciones bajo el título de “Ética, Psicología y Cristianismo“, libro publicado con el patrocinio de la Fundación Universitaria Andaluza Inca Garcilaso en la Enciclopedia y Biblioteca de Ciencias Jurídicas, Económicas y Sociales del Dpt. Economía Política, Facultad de Derecho, UMA – Universidad de Málaga (2007) en España, y ponencia publicada por el Departamento de Teología Dogmática de la Facultad de Teología de la UNAV – Universidad de Navarra (España) en el fondo documental del Foro de Estudios Joseph Ratzinger, así como referencia bibliográfica del Centro de Estudios Judaicos – CEJ Lookstein para la Educación Judía de la Bar-Ilan University – BIU (Israel), …

Continuación …

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