El enemigo es el pecado, que también contamina la Iglesia
Hoy mi primer saludo se dirige a los fieles laicos procedentes de toda Italia y al cardenal Angelo Bagnasco que les acompaña como presidente de la Conferencia Episcopal. Os agradezco de corazón, queridos hermanos y hermanas, vuestra calurosa y nutrida presencia. Acogiendo la invitación de la Consulta Nacional Italiana de las Agrupaciones Laicas os habéis unido con entusiasmo a esta bella y espontánea manifestación de fe y solidaridad, a la que también se une un consistente número de parlamentarios y administradores locales. A todos os lo agradezco. También saludo a los miles de inmigrantes, en conexión desde la plaza de san Juan, con el cardenal Agostino Vallini, vicario de la diócesis de Roma …