6 abril 2013, 2:45

Misa de desagravio por los neonatos mártires asesinados en hospitales participados por la Iglesia en Barcelona.

Muchos cargos de conciencia tiene justo antes de jubilarse nuestro Cardenal Arzobispo, Luís Martínez Sistach, para que finalmente se digne a celebrar una misa de desagravio por los neonatos mártires asesinados en hospitales participados por la Iglesia en Cataluña, el 14 de abril del 2013 en la Sagrada Familia de Barcelona, cuando anteriormente se había opuesto a concentraciones provida en la ciudad condal como la que estaba prevista el 4 de noviembre del 2010 justo antes de la llegada de Benedicto XVI, y que el arzobispado pidió se suspendiera contra toda lógica.

Pero la explicación es obvia cuando cada vez son mayores las voces contra la presencia de representantes eclesiásticos en administraciones de hospitales abortistas catalanes como el de Santa Cruz y San Pablo en Barcelona, Granollers y Sant Celoni, San Juan de Dios en Esplugas, etcétera … porque su representación cada vez tiene menos apoyos entre los fieles católicos desde que el 4 de junio del 2012, Monseñor Saiz Meneses, a través de un comunicado hecho público desde el Obispado de Terrassa, afirmaba que no pensaba retirarse de dichas juntas de gobierno, manifestación pública que marcó un punto de inflexión ya que dicha nota representaba una declaración de desobediencia hacia las órdenes que ya provenían anteriormente del Vaticano, y que habían conminado a la Iglesia catalana a retirarse de dichos patronatos abortistas.

Este acto de desagravio coincidirá con cientos de eventos organizados por el movimiento provida español en diferentes municipios de España con el fin de recoger firmas de apoyo a una iniciativa popular y ciudadana que pretende el reconocimiento por la Unión Europea de la dignidad humana desde la concepción del embrión humano y en la linea de la resolución de la Corte Europea de Justicia en Luxemburgo que con fecha 18 de octubre del 2011 otorgó a Greenpeace una gran victoria para los defensores de la vida.

Por otro lado, y como ejemplo de entre las muchas razones de oposición a que el Arzobispado permanezca en la MIA – Muy Ilustre Administración del Hospital de San Pablo, gestión que comparte con el Ayuntamiento de Barcelona, y la Generalitat de Cataluña, destaca principalmente el hecho de que agravan con su permanencia el estado de situación de insolidaridad hacia quienes ejerciendo su desobediencia civil a firmar o derivar protocolos de terminación de embarazos son sancionados por las mismas juntas de gobierno sanitarias al no contemplarse su objeción de conciencia por la ley del aborto que entró en vigor en España, el 5 de julio del 2010.

Finalmente, desde estas líneas volvemos a exigir el abandono por parte de los representantes eclesiásticos de los patronatos de hospitales que practican abortos provocados en las diócesis catalanas, en aplicación del canon 1398 del código de la Iglesia latina y en concordancia con el art. 62 de la encíclica “Evangelium Vitae”, al amparo de las víctimas y para hacer efectiva la pena de excomunión de los administradores de estos centros sanitarios con el fin de acabar con su impunidad.

Para más información : Greenpeace y la personalidad jurídica del ser humano. El derecho a la vida es el espíritu del ecologismo más radical.

Continuación …

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