27 enero 2007, 21:46

 
Inauguración de exposición en Quilmes. 14-09-06.

Cuando el Centro de Recordación de los Héroes Polacos, en la persona de su Fundador Dr. Marcos Resnizky, se acercó a mí, a causa de una homilía sobre "La sabiduría de Dios en la historia" que había leído en Internet, consentí enseguida con su propuesta de presentar en Quilmes una exposición sobre el Holocausto. Lo hice en primer lugar como Obispo de la Iglesia, que desde el Concilio Vaticano II abrió un nuevo capítulo en su relación con las otras religiones, y con los judíos en particular. En segundo lugar apoyé esta iniciativa por tener mi origen en Alemania y la necesidad de mantener despierta la memoria de los horrores que se han cometido en nombre de su pueblo, bajo el silencio del terror primero y de la vergüenza después.

Como cristianos somos conscientes de que nuestras raíces están en el Pueblo de Dios de la Antigua Alianza, y que espiritualmente somos semitas. Fuimos, como dice el apóstol Pablo, injertados como ramas de un olivo silvestre en el tronco del olivo bueno, y nos alimentamos con su savia.

El régimen nazi con su ideología racista pretendía eliminar esta herencia de la cultura occidental y ocupar el lugar de Dios, engendrando la anticultura de la muerte. "La humanidad de hoy no debe olvidar Auschwitz y las demás fábricas de la muerte", dijo el Santo Padre Benedicto XVI después de su visita a Polonia. "Los hombres tienen que volver a reconocer que Dios es Padre de todos y que a todos nos llama para construir juntos un mundo de justicia, de verdad y de paz".

Las fotos de esta exposición no muestran los campos de concentración, sino los judíos del ghetto, antes de ser llevados al exterminio. Las imágenes evocan en nosotros la palabra del profeta Isaías sobre el Siervo de Yahvé: "Ni siquiera abría su boca: como un cordero llevado al matadero, como una oveja muda ante el que la esquila, él no abría su boca" (Is 53, 7). Como cristianos vemos en estas imágenes la semejanza con Jesús, hijo del pueblo judío, Cordero de Dios que entregó su sangre hebrea por nosotros.

Nos horroriza la iniquidad de qué el hombre es capaz en un régimen totalitario. La pregunta, por qué alguien quería guardar estas imágenes siniestras no solamente en la retina, sino llevarlas a su casa, nos inquieta y nos cuestiona por nuestras propias actitudes. Esta exposición podría ser una clave para comprender mejor la experiencia del horror y del miedo que hemos tenido entre nosotros.

Pidamos a Dios que nos abra los ojos. La verdad nos hace libres.

Monseñor Luís Stöckler. Obispo de Quilmes.

27 enero 2007. Día Internacional en memoria de las víctimas del Holocausto.

Autor : Gustavo Carrére Cadirant. Fuente : Asamblea General de las NN.UU. (1 noviembre 2005). Sexagésimo período de sesiones. Resolución 60/7 : Recordación del Holocausto.

Programa de divulgación sobre el Holocausto y las Naciones Unidas

La conmemoración se celebrará el 29 de enero, en el Salón de la Asamblea General de la Sede de las Naciones Unidas, de 10:30 am. a 12:30 pm.
 
Mensaje del Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon.
 
El Holocausto fue una tragedia única e innegable. Después de transcurridos varios decenios, la matanza sistemática de millones de judíos y de otras personas sigue provocando consternación. La capacidad de los nazis para captar adeptos, a pesar de su total depravación, sigue infundiendo temor. Y, sobre todo, subsiste el dolor: en los sobrevivientes ancianos y en todos nosotros, miembros de la familia humana que presenció la caída en la barbarie.

La recordación constituye un homenaje a quienes perecieron, aunque también cumple una función esencial en nuestros esfuerzos por contener la oleada de crueldad humana. Nos mantiene vigilantes ante nuevos brotes de antisemitismo y otras formas de intolerancia. Es también una respuesta imprescindible ante quienes equivocadamente sostienen que el Holocausto nunca ocurrió o que se lo ha exagerado.

El Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas del Holocausto es, por tanto, el día en que debemos reafirmar nuestra adhesión a los derechos humanos, cuya causa fue mancillada brutalmente en Auschwitz, así como por los genocidios y atrocidades cometidos desde entonces.

Debemos también hacer algo más que recordar y velar por que las nuevas generaciones conozcan esa parte de la historia. Debemos aplicar las lecciones del Holocausto al mundo actual y hacer cuanto podamos para que todos los pueblos gocen de la protección y de los derechos por los cuales luchan las Naciones Unidas.

Reitero en este Día Internacional mi firme adhesión a ese cometido e insto a todos a que se sumen a nuestra búsqueda común de la dignidad humana.

Asamblea General adopta resolución que condena negación del Holocausto.

26 de enero, 2007. La Asamblea General de la ONU adoptó hoy por consenso una resolución que condena cualquier intento de negar el Holocausto, en el que murieron seis millones de personas, en su gran mayoría judíos.

El documento, copatrocinado por 103 países, también reafirma su repudio a este hecho histórico como un crimen contra la humanidad.

El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, encomió la aprobación de la resolución y afirmó que el texto refleja la opinión dominante de la comunidad internacional.

En un comunicado, Ban reiteró que es inaceptable negar hechos históricos de la magnitud del Holocausto y confió en que la resolución se respete tanto en la retórica como en la práctica.

Tras la adopción del documento, Sheikha Rashed Al Khalifa, presidenta de la Asamblea General, sostuvo que todos los países deben ser firmes en la voluntad de evitar atrocidades como el Holocausto dondequiera que pudieran ocurrir.

Durante la conmemoración del Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto, el pleno de la Asamblea General reiteró la importancia de que este crimen masivo no se olvide cuando se extinga la vida de los pocos sobrevivientes de los campos de concentración que aún pueden dar testimonio de las atrocidades cometidas.

Al hablar en nombre de la Unión Europea, el representante permanente de Alemania ante la ONU, Thomas Matussek, reconoció la responsabilidad histórica de su país.

"Para comenzar, permítanme enfatizar que estoy consciente de que el crimen sin precedentes del Holocausto fue cometido por alemanes y en nombre de Alemania, y de ahí emana nuestra responsabilidad", recalcó.

Recordó que la Unión Europea, al igual que la ONU, nació de la catástrofe de la guerra y el genocidio. "En ese momento, nuestros pueblos actuaron con el propósito firme de no permitir que algo semejante volviera a pasar".

Desde el año pasado, por mandato de la Asamblea General, la ONU celebra el 27 de enero el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto, una jornada dedicada a honrar la memoria de los millones de judíos, además de otros grupos minoritarios como gitanos, discapacitados y homosexuales, que murieron en los campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

La fecha fue elegida por ser el día en que las fuerzas aliadas liberaron en 1945 a los prisioneros de los campos de concentración y exterminio.

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