viernes, 15 de junio de 2007, 11:49:19 | FPC.
A los 14 años, Laskier murió en el campamento de exterminio de Auschwitz. Las páginas de su diario son una combinación de experiencias propias de una adolescente que siente su primer amor y de los horrores del Holocausto.
“Simplemente no me hago a la idea, todavía, de que un día podré salir de esta casa sin una estrella amarilla sobre mi ropa. O que esta guerra va a terminar un día. Si esto llega a ocurrir, seguramente me volveré loca de alegría”, anotó el 8 de febrero de 1943.
Diario oculto.
Pero la guerra terminó y Rutka ya no estaba con vida. De hecho, mucho antes de la finalización de la guerra, fue enviada a Auschwitz junto a su familia y allí murió.
El diario había quedado oculto en el edificio de la casa en la que vivía antes de ser deportada.
El secreto lo confió a una amiga mayor que ella, una polaca no judía que sacó el diario de su escondite al terminar la guerra y lo guardó consigo. Hace dos años, al contar por primera vez a un familiar suyo sobre el mismo, éste la convenció de que se trata de un documento histórico que debía ser publicado.
Hace pocos días, el diario fue presentado por el Museo Yad Vashem.
“Creo que se ha despertado la mujer en mí”, cuenta Rutka, al compartir con el diario el secreto de su amor por Janek, un jovencito del cual no tenía certeza de ser correspondida.
Pero esas vivencias tan típicas de su edad, se insertan en la sombra de aquellos días dramáticos.
“Tengo la impresión de que ésta es la última vez que escribo. ¡Ojalá todo esto terminara ya de una vez!. Esto es un tormento. Es el infierno. Intento escapar de estos pensamientos pero continúan asustándome, persiguiéndome (…)”.
“Si pudiera decir que se acabó, que sólo se muere una vez… Pero no puedo, porque a pesar de todas estas atrocidades quiero vivir y esperar el día siguiente. Eso significa esperar a Auschwitz o al campamento de trabajo…”.
Álbum de fotos.
Los únicos que sobrevivieron a Auschwitz fueron Yaakov Laskier, padre de Rutka, y su pequeño hermano Henyush (foto 1 : Rutka y Henyush).
En 1947, el padre (foto 2 : Yaakov) logró llegar a Israel y, tiempo después de haber perdido a sus padres, hermanos, hermanas, esposa e hijos, formó aquí una nueva familia.
A los 49 años de edad, se convirtió nuevamente en padre, pero jamás contó a la única hija de su segundo matrimonio toda la historia.
Es ella quien habla del ya fallecido Yaakov: “Tenía el número en el brazo y yo sabía que había estado en Auschwitz, que había perdido muchos familiares. Pero no que habían muerto su esposa e hijos, algo especialmente fuerte”.
Su nombre es Zahava Laskier de Scherz, quien agrega: “Seguramente le costaba y también habrá pensado que me resultaría especialmente difícil lidiar con ello”.
A los 14 años de edad, Zahava encontró un álbum de fotos oculto en un armario. Allí había una foto de una niña abrazando a un pequeño.