Nunca más la Shoah, clama el Papa
En estos días en los que recordamos la Shoah, vuelven a mi memoria las imágenes recogidas en las repetidas visitas a Auschwitz, uno de los campos de concentración en los que se consumó el genocidio de millones de judíos, víctimas inocentes de un ciego odio racial y religioso. Mientras renuevo con afecto la expresión de mi plena e indiscutible solidaridad con nuestros hermanos destinatarios de la Primera Alianza, deseo que la memoria de la Shoah conduzca a la humanidad a reflexionar sobre la imprevisible potencia del mal cuando conquista el corazón del hombre. Que la Shoah sea para todos un aviso contra el olvido, la negación o el reduccionismo, porque la violencia contra un solo ser humano es violencia …