8 octubre 2012, 15:30

La crónica catalana más reciente de un psicópata muy mediático.

Carlos Morín o doctor muerte como así lo hemos denominado de espaldas a los medios que lo han bautizado el rey del aborto, siendo nuestra calificación más ajustada a la realidad sin la morbosidad que pretenden adjudicar a un personaje sombrío propio de las historias de terror y no del mundo de las revistas sensacionalistas como José Cuní le presentó en su antiguo programa de las mañanas en TV3 de Cataluña S.A. tras invitarle a su plató de televisión, fue finalmente arrestado por los cuerpos de seguridad del estado y se le está juzgando en Barcelona.

Abundamos sobre esta cuestión afirmando desde estas líneas que la invitación del periodista con el fin de entrevistar en su programa al Dr. Carlos Morín, y asimismo, la actitud del Arzobispado de Barcelona que presentó en el pasado a José Cuní como un ciudadano modélico en sus hojas parroquiales del domingo, no son situaciones propias ni de un buen cristiano, y tampoco de un periodista con principios, puesto que no se hace aparecer en TV a los apodados carniceros si no es porque se les está juzgando en el TPI – Tribunal Penal Internacional, o porque la policía requiere ayuda de la ciudadanía cuando están en búsqueda y captura por la justicia.

Por esta razón, constatamos el gran coraje que está teniendo el CJTM – Centro Jurídico Tomás Moro que lleva adelante la acusación contra este asesino consagrado en los medios, valentía de la que carece por ejemplo el Cardenal-Arzobispo Luís Martínez, que ni es capaz de excomulgar a un abortista. En resumen, hacemos balance de las informaciones que han culminado en su procesamiento.

Carlos Morin o doctor muerte, apodado “el carnicero” de Barcelona.

La detención practicada del doctor muerte que operaba en Cataluña a través de clínicas como Ginemedex en Barcelona (España) fue decidida por la justicia y realizada por la policia judicial. Para llegar al momento de su detención, los hechos transcurrieron del siguiente modo.

El Dr. Carlos Morín, fue objeto de una investigación periodística que se conoció a través del Dr. José María Simón, que en aquella época antes del 22 Congreso Mundial de la FIAMC – Federación Internacional de Asociaciones Médicas Católicas (11-14 mayo 2006) celebrado en la ciudad condal y por el que fue elegido como Presidente, ocupaba el mismo cargo a nivel local en la Asociación de Médicos Cristianos de Cataluña.

La prensa escrita y digital, puso entonces en conocimiento de la opinión pública las grabaciones con cámara oculta que la televisión danesa realizó sobre las irregularidades que se producían en sus centros sanitarios. Con posterioridad, se daban a conocer las acusaciones que interponía la fiscalía y por las que se enfrentaba a penas de prisión por el asesinato de más de un centenar de neonatos, momento en el cual llenó las pantallas de TV3 Televisión de Cataluña en el antiguo programa del muy conocido periodista, José Cuní, como si de ello esperara algún rédito electoral.

El número de víctimas es mucho mayor pero por causa de la promulgación por el Rey de España de la ley sobre salud sexual y reproductiva que entró en vigor el 5 de julio del 2010 con carácter retroactivo, no se le puede juzgar hoy por más de medio centenar de otros asesinatos cometidos por entonces y que se deberían sumar como imputados a la causa.

En definitiva, un caso visto para sentencia por el que debería ser encausado y condenado, que ha puesto a prueba el ordenamiento judicial español, y por el cual, el acusado tampoco se ha librado a pesar de los subterfugios legales o las apariciones televisivas gracias a periodistas de renombre.

Asimismo, con respecto a José Cuní creemos que por su falta de ética profesional al dar cabida a estos asesinos en su plató de televisión, y el Arzobispado de Barcelona que ha dado cobertura en el pasado y como modelo cristiano a este periodista que ha posado fotografiado junto a una entrevista en la hoja dominical que se reparte en las iglesias durante la misa del domingo en todas las parroquias de la diócesis barcelonesa, hacen de esta pésima historia la crónica catalana más reciente de un psicópata muy mediático.

Creemos firmemente que el único interlocutor válido para hablar sobre este asunto en los medios de comunicación además del Presidente del CJTM, Javier Pérez-Roldán Suanzes, siempre ha sido el Dr. José María Simón porque gracias a él y a las personas que han creído y confiado en su trabajo ha sido practicada la detención del Dr. Carlos Morín en Cataluña haciendo realidad su ajusticiamiento.

Apéndice.

La psicopatía de una civilización amenazada por si misma.

La situación referida a la que deriva una sociedad que se caracteriza por la pérdida del juicio moral, la falta de sentido común, y un comportamiento irracional, se trata en estos términos de la descripción de la psicopatía social, transtorno de la afectividad, confusión entre el bien y el mal, que en la práctica destaca por desarrollar conductas con poder de decisión entre la vida y la muerte, que se adoptan sin reparos o escrúpulos morales y sin ninguna objeción de conciencia.

Este análisis de conducta y perfil psicológico se muestra claramente en quienes asisten impasibles a ejecuciones sumarias de personas a las que pueden salvar por imperativo legal y que en cambio deciden ejecutar. Esto se ha podido corroborar tras conocer de los aterradores hechos ocurridos durante el IIIer. Reich Alemán (1933-45), en los que se actuaba contra sus víctimas con ensañamiento, premeditación y alevosía.

Las presiones del poder por cometer crimenes de estado mediante la aprobación de leyes contra la vida son un ejemplo concreto del grado al que desembocan estas sociedades en las que se ha perdido todo sentido de la moralidad, y que llegados a este punto son capaces de perpetrar las peores atrocidades que se hayan podido cometer.

Los casos de disidencia en la Iglesia, adoptan este patrón de conducta, ante la negativa a obedecer a determinados dictados de conciencia, que desembocan en la pérdida total de obediencia y recaen en postulados contrarios a su autoridad acabando por defender situaciones de grave injusticia social como son las guerras o la pena de muerte, la eutanasia y el suicidio asistido, el aborto o contracepción, la homosexualidad y pedofilia, u otros comportamientos patológicos de componente sádico y masoquista.

La anestesia moral del Arzobispado de Barcelona y la cultura de la muerte en el ámbito religioso en Cataluña no son más que algunos ejemplos de la psicopatía de una civilización amenazada por si misma. Ver / descargar.

Continuación …

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