13 julio 2008, 0:19

Una síntesis histórica sobre el urbanismo del s. XX (V). 

4. N. J. Habraken y el SAR holandés. 

La agrupación De Stijl (Estilo), creada en Holanda en el año 1917, se caracterizará por premisas estéticas y sociales, defendiendo el principio de integración de las formas y el ambiente que adquiere relativa importancia junto a su contemporánea en Alemania, la Bauhaus, durante las primeras décadas del s. XX. 

Sin embargo, con N. J. Habraken y el SAR – Stichting Architecten Research se constituye una arquitectura propiamente de origen holandés a partir de la segunda mitad del s. XX. El SAR se trata de una fundación creada por nueve de las más importantes empresas dedicadas a la arquitectura, junto a la Federación de Arquitectos Holandeses, que se propone la estructura del soporte, como método de vivienda proyectado, como alternativa a lo que podemos denominar arnés perfecto. Y es a raíz de esta preocupación de construir más casas y mejor, que radica la necesidad de interrelación y acción conjunta, para la construcción de ciudades como auténticas comunidades urbanas.

El ingeniero no puede incrementar la producción sin provocar todo un conjunto de dificultades, y que tampoco puede resolver en sus condiciones.

El arquitecto advierte cada vez más en sus proyectos, la incapacidad de innovación de la vivienda, dado que es más conclusión de fuerzas económicas y técnicas.

El urbanista descubre, que diseñar una ciudad-jardín, conlleva los problemas derivados de una gestión improductiva.

El usuario descubre que sus necesidades, no tienen influencia sobre los hechos, porque un sondeo sobre la vivienda y la calle, y su situación familiar y personal, es insuficiente en cuanto se implican en la acción, otros campos de intervención política.

La solución es encontrar el equilibrio de las fuerzas que definen la ciudad, y esta actitud lleva a admitir que la población y la ciudad, son dos entidades distintas.

N. J. Habraken nos dice que tenemos que volver a la relación natural, si queremos conseguir una ciudad en armonía con su población.

Si la ciudad es activa, veremos como gran parte de los desequilibrios se estabilizan, y la ciudad se convierte en un organismo que alberga vida, y nunca está totalmente acabado, se renueva continuamente, crece, se diferencia y no se paraliza, es siempre la misma pero con su ciclo de la vida, por el cual la materia ha obtenido algo de la movilidad de la vida, y la vida de ella.

En conclusión, el habitante de la ciudad, necesita de tres requisitos previos para desarrollar la armonía sociológica dentro del área urbana : a) La libertad de componer; b) La renovación del ambiente en torno al ciudadano; c) El tiempo que hay que conceder a la comunidad para constituirse y prosperar.

Hacer posible estos principios y que las zonas y sectores urbanos adquieran realidad, envejezcan sin perder actualidad, y se permitan cambios substanciales, consiste en transformar los proyectos de edificios y entrar en confrontación con la planificación urbana que antepone la construcción a la permanencia.

N. J. Habraken comenta de los proyectos de E. J. Le Corbusier, que la utilización de la rígida estructura dominó como recurso compositivo, considera en primer plano, el posicionamiento del proyectista, del arquitecto, y constructor, pero continua irresuelto el problema de lo conveniente para el usuario.

La revolución del diseño de soportes, ofrece una visión urbana por el ocupante, el habitante, la persona como sujeto individual y colectivo, y focaliza la función en el útil manejo por la necesidad de la población, de piezas y/o módulos de acción dinámica.

Construcción …

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