La victoria de Cristo sobre la muerte

Ciudad del Vaticano, 27 noviembre 2013 (VIS).- Antes de la audiencia general de los miércoles, el sumo pontífice ha bendecido en el aula Pablo VI a un grupo de niñas que tienen la enfermedad de Rett y a sus familiares. El síndrome de Rett, es una rara enfermedad congénita que afecta casi exclusivamente a las personas de género femenino comprometiendo gravemente el desarrollo neurológico y causando retrasos en la adquisición del lenguaje y la coordinación motriz. La pérdida de las capacidades es, por lo general, persistente y progresiva.

Posteriormente, concluyendo las catequesis sobre el Credo, pronunciadas durante el Año de la Fe que se clausuró el domingo pasado. El tema de hoy, que abordará también el próximo miércoles, ha sido la resurrección de la carne, analizando esta vez el aspecto de “morir en Cristo” para hablar la semana que viene de la resurrección. También, ha dado las gracias a los más de 50.000 fieles por su presencia en la Plaza de San Pedro a pesar de las inclemencias del tiempo.

Palabras de la alocución del Papa.

La muerte nos afecta a todos e interroga profundamente, especialmente cuando nos toca de cerca, o cuando mueren los más indefensos de una forma que nos resulta escandalosa. Siempre me ha llamado la atención la pregunta: ¿Por qué sufren y mueren los niños?. Si se entiende como el fin de todo, se transforma en una amenaza que interrumpe cualquier camino. Esto sucede cuando consideramos nuestra vida como un tiempo encerrado entre dos polos : el nacimiento y la muerte; cuando no creemos en un horizonte que va más allá de la vida presente, como si Dios no existiera. Esta concepción es típica del pensamiento ateo que interpreta la existencia como un encontrarse casualmente en el mundo hacia la nada. Pero existe también un ateísmo práctico, que es un vivir sólo para los intereses propios. Si nos dejamos influir por esta visión equivocada, no tenemos otra elección que la de banalizar la muerte para que no nos de miedo.

Pero contra esta falsa solución se rebela el corazón del ser humano, por el deseo que todos nosotros tenemos de infinito, nuestra nostalgia de lo eterno. Y entonces ¿cual es el sentido cristiano de la muerte? Si observamos los momentos más dolorosos de nuestra vida, cuando hemos perdido un ser querido, nos damos cuenta de que incluso en el drama de la pérdida, brota la convicción de que no puede haberse acabado todo. Hay un instinto poderoso en nosotros que nos dice que nuestra vida no se termina y que encuentra una respuesta real y fiable en la resurrección de Cristo, no solamente con la certeza de seguir viviendo después de la muerte, sino que también ilumina el misterio mismo de cada uno de nosotros. Si estamos unidos al Señor, fieles a Él, también podremos afrontar con esperanza y serenidad nuestro propio fallecimiento.

En esa perspectiva se comprende la invitación de Jesús a estar siempre vigilantes, sabiendo que la vida en este mundo también se nos ha dado para prepararnos a la otra, con el Padre celestial. Y para eso hay un camino seguro: prepararse bien con la oración, los sacramentos y practicando la caridad. Recordemos que Él está presente en los más débiles y necesitados, se identificó con ellos en la parábola del Juicio Final, cuando dice: “Tuve hambre y me diste de comer. Todo lo que hicisteis por uno solo de estos hermanos más pequeños, a mi lo hicisteis”. Por eso, un camino seguro es recuperar el sentido de la caridad cristiana.

Saludos del Santo Padre.

Al concluir la catequesis el Obispo de Roma saludó a los peregrinos ucranianos a quienes acompañaba su arzobispo mayor Sviatoslav Shevchuk, y a los de la Iglesia greco-católica que han venido a Roma para venerar las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo al final del Año de la Fe, con motivo del cincuenta aniversario de la traslación del cuerpo de San Josafat a la basílica vaticana. Finalmente, Francisco I ha impartido su acostumbrada bendición apostólica, a través de la intercesión de la Virgen María, y en esta ocasión de San Josafat.

el-papa-con-representantes-de-varias-religiones.png la-vida-consagrada.png paquistanies-cristianos.png tomas-moro.jpg big-bang.jpg cristo-resucitado.jpg in-nomine-trinitatis.png


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *