El sumo pontífice recibe a la CISM

Ciudad del Vaticano, 7 noviembre 2014 (VIS).- Los participantes en la asamblea nacional de la Conferencia Italiana de los Superiores Mayores (CISM), alrededor de cien personas, fueron recibidos esta mañana en audiencia por el Papa en la Sala Clementina.

El sumo pontífice quiso compartir con ellos algunos puntos de referencia, empezando por la ayuda que ofrece la vida religiosa. Ante el testimonio evangélico de una persona que lleva esa vida, lo que distingue al discípulo misionero, y especialmente a los que siguen al Señor, es la santidad y el don de profecía, como lo fue en Jesús, signo de contradicción para las autoridades religiosas de su tiempo : fariseos, saduceos, esenios, zelotes u otros maestros de la ley.

La certeza de la fe y los carismas del pueblo pueblo de Dios se deben confrontar con la realidad actual, tal y como nos enseñan la historia. De esta manera, aunque la cultura dominante es individualista, centrada en los derechos subjetivos, las personas consagradas pueden ayudar a toda la sociedad siendo testigos del Evangelio.

Si nuestra existencia se sitúa siempre en estas coordenadas fundamentales, seremos capaces con la oración y eucaristía establecer una relación auténtica con Cristo y la Iglesia.

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