El sumo pontífice a los obispos de Bosnia y Herzegovina

Ciudad del Vaticano, 16 de marzo 2015 (VIS).- Los obispos de la Conferencia Episcopal de Bosnia y Herzegovina han sido recibidos esta mañana por el Papa al final de su visita “ad Limina”. En el discurso que les entregó al final de la audiencia el Santo Padre, que dentro de poco visitará Sarajevo, pone de manifiesto “la caridad, la atención y la cercanía de la Iglesia de Roma” con los que son “herederos de tantos mártires y confesores que a lo largo de la historia, atormentada y secular de ese país, han conservado viva la fe” y asegura que junto a los obispos “reza por todos sus habitantes y por aquellos que a consecuencia de los no lejanos conflictos bélicos, del desempleo y de la falta de perspectivas, se han visto obligados a refugiarse en el extranjero”.

“La emigración – escribe – es justamente una de las realidades sociales que os interesa más. Atañe a la dificultad del retorno de muchos de vuestros paisanos, a la falta de fuentes de empleo, a la inestabilidad de las familias, a la laceración afectiva y social de comunidades enteras, a la precariedad operativa de varias parroquias, a la memoria todavía viva del conflicto, tanto en el ámbito personal como comunitario, y a las heridas del alma que todavía duelen. Sé muy bien que en vuestro corazón de pastores, todo ello suscita amargura y preocupación. El Papa y la Iglesia están con vosotros con la oración y el apoyo efectivo de los programas en favor de los que viven en vuestros territorios, sin distinción alguna. Os animo, por tanto, a no ahorrar energías para sostener a los débiles, ayudar – en la manera que os sea posible – a los que tienen el interés legítimo y honesto de permanecer en su tierra natal, hacer frente al hambre espiritual de los que creen en los valores indelebles, nacidos del Evangelio, que a lo largo de los siglos han alimentado la vida de vuestras comunidades”.

“Vuestra sociedad tiene una dimensión pluricultural y multiétnica. Y la tarea que se os ha confiado es la de ser padres de todo el mundo, incluso en medio de la estrechez material y la crisis en que os encontráis. Que vuestro corazón esté siempre abierto para acoger a todos, como Cristo sabe acoger en sí a cada ser humano. Toda comunidad cristiana está llamada a abrirse, a irradiar en el mundo la luz del Evangelio; no puede quedarse cerrada sólo dentro de sus propias tradiciones, por muy nobles que sean. Tiene que salir de su “recinto”, firme en la fe, sostenida por la oración y alentada por sus pastores, con el fin de vivir y proclamar la nueva vida de la que es depositaria, la de Jesús, el Salvador. En esta perspectiva, exhorto a llevar a cabo todas las iniciativas que puedan ampliar la presencia de la Iglesia más allá del perímetro litúrgico, emprendiendo aquello que pueda repercutir en la sociedad para llevar el espíritu del Evangelio … Promoved en vuestras orientaciones una sólida pastoral social de los fieles, sobre todo entre los jóvenes, para que así se formen conciencias dispuestas a permanecer en el propio territorio como protagonistas y responsables de la reconstrucción y el crecimiento de su país. En este trabajo educativo y pastoral, la doctrina social de la Iglesia es de gran ayuda. Es también una manera de superar viejas incrustaciones materialistas que aún persisten en la mentalidad y el comportamiento de algunos sectores de vuestra sociedad”.

El sumo pontífice señala que el ministerio de los prelados de Bosnia y Herzegovina asume varias dimensiones, pastoral, ecuménica, interreligiosa, y subraya la intensa labor que desempeñan en estos sectores que expresa siempre su paternidad frente al pueblo que se les ha confiado. “Os animo a recordar – añade – que si bien en el respeto de todos, esto no os exime de dar testimonio abierto y franco de pertenecer al Señor. Los sacerdotes, religiosos y fieles laicos, que viven en estrecho contacto con personas de diferentes tradiciones religiosas, pueden ofreceros consejos muy válidos sobre vuestro comportamiento y palabras, gracias a su sabiduría y experiencia en comunidades mixtas. Creo que este enfoque puede aportar semillas y frutos de paz, comprensión y también colaboración”.

Refiriéndose a la relación entre el clero y los religiosos confiados a los prelados, Francisco I afirma que conoce “de primera mano la complejidad de estas relaciones, así como las dificultades de armonización de sus carismas. Pero el hecho más importante es que en las dimensiones del sacerdocio siempre se persiga la única misión : servir al Reino de Dios. En este año dedicado a la Vida Consagrada tenemos que evidenciar que todos los ministerios son para la gloria de Cristo y la salvación de las almas”.

El Obispo de Roma concluye señalando que “soy consciente de los acontecimientos históricos que hacen diferente Bosnia de Herzegovina en muchos ámbitos. Sin embargo, sois obispos católicos en comunión con el Sucesor de Pedro, y tenéis que buscar con fuerza esa unión en todos los niveles, más allá de las individualidades peculiares. Tenemos que actuar en base a la pertenencia a un mismo colegio apostólico, las otras consideraciones son secundarias y deben analizarse según la catolicidad de vuestra fe”.

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