13 diciembre 2011, 21:45

Cambio climático : ¿ ficción o realidad ?

Comparación de los datos del calentamiento global (+ 0.5-1 ºC) por décadas y temperaturas sobre la superficie terrestre, según varias fuentes :

– NASA (National Aeronautics and Space Administration).
– NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration).
– Hadley Center de la Oficina de Meteorología del Reino Unido.
– Berkeley Earth.

El efecto invernadero.

Las radiaciones solares que llegan a la superficie de la Tierra la caldean y son reflejadas en forma de radiación infrarroja. Esta es absorbida por componentes fisico-quimicos en la atmósfera (ozono, vapor de agua, etc …) y devuelta de nuevo a la superficie terrestre, con lo cual se produce un incremento de la temperatura superficial. De no existir este fenómeno la temperatura media global podría llegar incluso a unos – 20 ºC, en lugar de los > 15 ºC de promedio.

Las actividades industriales, especialmente en las últimas décadas, están recalentando el globo terráqueo por causa de la masiva emisión de gases con efecto invernadero : dióxido de nitrógeno, metano, CFCs, etc …; concretamente el CO2 es actualmente su máximo responsable a medida que sus efectos bioacumulativos alcanzan las mayores concentraciones conocidas hasta el momento durante su ciclo de vida o tiempo de permanencia en la biosfera.

La capa de O3 y la inversión térmica del CO2.

La capa de O3 en la estratosfera, es vital para los organismos vivos, de grosor variable en sus dimensiones se encuentra entre 2-8 ppm. Los beneficios de esta diminuta concentración de ozono estratosférica son incalculables, pues de ella depende que los rayos ultravioleta (UV A,B y C) no incidan directamente sobre la fauna y flora terrestre, ya que en caso contrario las consecuencias que se derivarían serían catastróficas, provocarían la extinción de las especies.

Con esta similitud, nos referiremos ahora y en comparación a las dimensiones de los estratos de dióxido de carbono en la atmósfera de la tierra, pues sus máximas concentraciones llegan a superar las 389 ppm. lo cual nos hace adivinar lo nocivas que pueden llegar a ser estas altas concentraciones.

Pues, si entre 2-8 ppm. de O3 cumplen con una función primordial como es preservar a los organismos de las radiaciones UV, resulta dificil por no decir imposible, que se pueda negar que 389 ppm. de CO2 no afecten en su característica de ser un gas invernadero a la temperatura del planeta a causa de los rayos infrarrojos que refleja hacia la superfície de la tierra.

Sí que influye y resulta evidente, el efecto invernadero provocado por el anhídrido carbónico, incrementa la inversión térmica, potencia el factor diferencial de temperatura y provoca un cambio climático.

Haciendo otro paralelismo, un óxido de carbono (CO) a concentraciones entre 50-100 ppm. que son las habituales en las grandes ciudades a 40 cm. del suelo urbano, afectan a la salud humana y provocan el aumento de los niveles de carboxihemoglobina en sangre, de los que pueden resultar en función de su periodo de latencia graves consecuencias para el organismo humano.

El proceso de fotosíntesis y la energía solar.

Si la clorofila es de vital importancia para el proceso de fotosíntesis en los sistemas vegetales, la hemoglobina lo es para el proceso de respiración de los seres humanos, las plantas verdes pueden procesar los excesos de óxidos de carbono, pero el hombre no. De aquí, la necesidad de conservar los espacios naturales como bienes esenciales y primordiales para su supervivencia.

En definitiva, se precisa de una decidida intervención de los poderes públicos para poner coto a la destrucción de los pulmones verdes de la tierra y reducir unas emisiones contaminantes que sobrepasan los valores tolerables para el equilibrio ecológico del planeta.

Si el agua cubre el 71 % del globo terráqueo, la mayor parte se encuentra en los mares, y el único proceso natural fotosintético de oxígeno a partir de CO2, alcanza gracias a las algas marinas en los océanos, el 90 % del total en el planeta, así tenemos que el 29 % del planeta en el que viven siete mil millones de habitantes solamente procesa un 10 % de la producción global de 02 en la tierra.

Estas cifras aproximadas nos muestran que se experimentan efectos bioacumulativos de dióxido de carbono u otros gases invernadero en el medio terrestre con actividades antrópicas, y resulta evidente que a causa de los niveles de contaminación del aire existe un impacto diferencial, es decir, inversiones térmicas en la deriva continental.

Las temperaturas comparadas en periodos de tiempo sobre el clima del planeta y medidos por el MLO (Mauna Loa Observatory) estiman que en la actualidad estamos entre 353-388 ppm. de CO2 y + 0.5-1 ºC de incremento o cambio climático a escala global.

La evidencia científica se encuentra en la información emitida recientemente por la OMM (Organización Meteorológica Mundial) que confirma se han alcanzado las mayores concentraciones de anhídrido carbónico (389 ppm. de contaminación de fondo) desde que se toman datos desde 1958 por la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration).

Esto demuestra que los efectos bioacumulativos, es decir, en la biosfera, indican ciclos de 70 años en cuanto al tiempo de permanencia en la atmósfera de CO2 que alcanzan máximos históricos.

Por esta razón, los niveles actuales y sus perjudiciales consecuencias en cuanto a neblumo reductor y oxidante en zonas con densidades de población superan todas las estimaciones realizadas.

Ejemplos.

Un ejemplo de lo que está ocurriendo con los gases invernadero lo hemos aprendido a partir de la experiencia con la capa de ozono, indispensable para la vida, pues detiene los rayos ultravioleta del sol, empezó a descender por causa de los clorofluorocarbonos de los “sprays” tras su generalizado uso industrial a partir de la segunda mitad del siglo XX, y sus consecuencias por acumulación de los CFCs en la atmósfera se empezaron a notar hace escasas décadas, por el ya conocido agujero de 03, y todavía seguirán en la atmósfera durante más de un siglo, pues su tiempo de permanencia puede llegar hasta los 150 años.

Sin embargo, aunque con las políticas ambientales se ha prohibido la utilización de CFCs para reducir su repercusión, no ocurre lo mismo con las emisiones de CO2 con el cual no se llegan a los acuerdos necesarios para limitar su negativa influencia en el medio ambiente.

Para poner cifras en perspectiva, al evitar la emisión anual de aproximadamente 1.144 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera, el beneficio es equivalente a la plantación de unas 244 hectáreas de árboles …

Las equivalencias comparativas que se suponen entre la reducción del volumen de CO2 y la cantidad de Has. de bosque que se necesitan para disminuir dichos niveles de inmisión se pueden obtener del INIEC – Instituto de Investigaciones Ecológicas de Málaga (España), las señaladas han sido establecidas por la EPA – Environmental Protection Agency de Estados Unidos (USA).

Asimismo, el ahorro económico que supone invertir en energía solar limpia en relación al coste comparativo de una instalación convencional contaminante, se basa en el tiempo de retorno del capital invertido y la tasa de rentabilidad interna.

El estudio de rentabilidad es el método estándar utilizado por CENSOLAR – Centro de Estudios de la Energía Solar en Sevilla (España), y basta con sustituir los datos estimados en pts. por las inversiones correspondientes en la unidad monetaria de su país, con el fin de hacer los cálculos y obtener los resultados sobre el tiempo de retorno del capital invertido y la tasa de rentabilidad interna teniendo en cuenta los costes de energía y electricidad o los porcentajes económicos y de financiación referidos a su localidad.

Continuación …

Ventajas.

Lo que realmente importa es enumerar los beneficios de utilizar la energía solar como balance hasta el momento.

1) Reducir los niveles de inmisión de anhídrido carbónico que sobrepasan los valores umbrales y representan un riesgo para salud.
2) Disminución del grado de ppm. de CO2 en la atmósfera que revierte en el descenso de los gases invernadero y sus efectos en el clima terrestre.
3) Detener la pérdida de zona forestal a causa de contaminantes primarios y secundarios que derivan de la quema de combustibles fósiles y producen la lluvia ácida.
4) Ahorro económico que supone la inversión a corto y largo plazo en una fuente renovable de energía limpia.

Continuación …

Palabras clave.

– El CO2 es el máximo responsable del cambio climático, porque según la OMM (Organización Mundial de Meteorología) representa el 64 % del efecto invernadero …

– Sus concentraciones ya han alcanzado máximos de 389 ppm. (datos del MLO – Mauna Loa Observatory), estratos atmosféricos que reflejan la radiación infrarroja, recuerde que al O3 solamente le bastan 2-8 ppm. para absorber la radiación ultravioleta …

– Bioacumulativo, es el término con el que se definen las concentraciones de contaminantes, ya sean por ejemplo : radioactivos en las cadenas tróficas, atmosféricos en la biosfera terrestre, etc …

Es de sentido común, entender que no hubiéramos llegado al máximo histórico de 389 ppm. (CO2) desde que se toman datos desde mediados del siglo pasado, sino fuera por las cuantiosas emanaciones a la atmósfera a causa de las actividades industriales.

Es una prueba científica, que los niveles de temperatura están creciendo, varias fuentes lo confirman (NASA, NOAA, MLO, Hadley Center, OMM, Berkeley Earth, etc …) y tenga en cuenta que el 64 % de esta inversión térmica es como consecuencia del dióxido de carbono.

Por esta razón, es urgente implementar políticas conservacionistas de la naturaleza y que limiten los niveles de anhídrido carbónico que exceden los umbrales de tolerancia para el equilibrio ecológico del planeta, puesto que transcurridos los 70 años de periodo de latencia del CO2 en la atmósfera, el grado de ppm. y temperatura de este compuesto serán mucho mayores, y continuarán subiendo dado que no se habrá tomado medida alguna.

Anexo.

Las agrupaciones científicas más importantes del mundo sostienen que el efecto invernadero de la atmósfera se ha incrementado en la tierra debido a la emisión de gases, como el dióxido de carbono, producido por la actividad industrial, doméstica, transporte, etc … Los gases son : dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), etc …

El vapor de agua (H2O), el ozono (O3) u otros componentes físico-químicos de la atmósfera mantienen las temperaturas en valores que contribuyen al equilibrio ecológico del planeta. En cambio, la NASA, ha medido con precisión la humedad contenida en los primeros 16 kilómetros de la atmósfera y los datos obtenidos han venido a corroborar que, a mayor CO2, más calor, e incremento de humedad en el aire, y viceversa. Este estudio confirma lo que está ocurriendo realmente. El actual cambio climático no es producido por acción y efecto del vapor de agua, sino por la incidencia de los gases invernadero de producción humana, el CO2 es el principal causante de estas inversiones térmicas que experimenta el planeta, así como el hombre su principal responsable.

La cantidad de CO2 que representan las actuales concentraciones de 389 ppm. y según los expertos, se cifra alrededor de los 3 billones de Tm. que permanecen en la atmósfera y siguen en incremento. El pronóstico de las estimaciones apuntan que durante la segunda mitad del s. XXI si no se pone remedio a esta situación, los valores pueden duplicarse y las consecuencias de experimentar mayores incrementos de temperatura son del todo imprevisibles para la vida en la Tierra.

Continuación …

auschwitz.jpg icesat.png groenlandia.jpg justicia.png andorra.jpg documentos.jpg psicologia.png


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *