Dar a los jóvenes nuestra sabiduría de ancianos

Pensamiento del Papa.

(RV).- “Como el buen vino, que mejora con los años, nosotros los ancianos, demos a los jóvenes la sabiduría de la vida”. Lo dijo el Papa Francisco a todos los miembros del Sacro Colegio, electores y no electores, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, a quienes recibió en audiencia el pasado 15 de marzo.

Valor, hermanos: Probablemente la mitad de nosotros está en la vejez. Y la vejez, se dice, es la sede de la sabiduría de la vida. Los viejos tienen la sabiduría que les da el haber caminado mucho. Como los ancianos Simeón y Ana en el templo cuya sabiduría les hizo reconocer a Jesús.

El Pontífice improvisó varias veces durante su discurso, como cuando informó a los purpurados, que uno de ellos, el cardenal argentino Jorge Mejía había tenido un infarto y estaba ingresado en una clínica romana. “Su salud es estable – dijo – y manda saludos para todos”.

En su alocución, el Papa Francisco afirmó que este encuentro quería ser “casi una prolongación de la intensa comunión eclesial”, experimentada durante el Cónclave. “Animados por un profundo sentido de responsabilidad y alentados por un gran amor por Cristo y por su Iglesia – recordó – hemos rezado juntos, compartiendo fraternalmente nuestros sentimientos, experiencias y reflexiones. En este clima de gran cordialidad han crecido el conocimiento y la apertura mutuas”. Y añadió que esos sentimientos eran “buenos porque somos hermanos. Algunos me han dicho que los cardenales son los sacerdotes del Santo Padre. Precisamente la cercanía y la apertura nos han facilitado la docilidad al acción del Espíritu Santo, el Paráclito, el protagonista supremo de toda iniciativa y manifestación de fe”, y de nuevo, dejando los papeles de su discurso añadió: “Es curioso: yo pienso que el Paráclito da todas las diferencias en las Iglesias. Pero, por otra parte, es eso lo que forma la unidad de estas diferencias no en la homogeneidad, sino en la armonía. Me acuerdo de un Padre de la Iglesia que lo definía así: “Ipse harmonia est”. Este Paráclito que nos da, a cada uno, carismas diversos, nos une en esta comunidad de Iglesia que adora al Padre, Hijo y Espíritu Santo”.

El Santo Padre recordó asimismo el período del Cónclave, “lleno de significado no sólo para el Colegio Cardenalicio sino para todos los fieles. En estos días hemos sentido muy de cerca el afecto y solidaridad de la Iglesia universal y también el interés de tantas personas que, incluso sin compartir nuestra fe, miran con respeto y admiración a la Santa Sede”. Asimismo expresó su agradecimiento a todos los cardenales por su cooperación en la guía de la Iglesia durante la Sede Vacante, desde el Decano del Colegio Cardenalicio, al Camarlengo, y nuestro jefe en el Cónclave.

“Pienso con profundo afecto y con gratitud en mi venerado predecesor, Benedicto XVI – prosiguió – que en estos años de pontificado ha enriquecido y vigorizado a la Iglesia con su magisterio, bondad, guía, fe, humildad y mansedumbre que permanecen como patrimonio espiritual para todos”. Y señaló que “como tantas veces, con sus enseñanzas y, por último, con su gesto valeroso y humilde, nos ha recordado Benedicto XVI, es Cristo el que guía a la Iglesia por medio de su Espíritu Santo, alma de la Iglesia, que con su fuerza vivifica y une el Cuerpo místico de Cristo”.

Hacia el final de su alocución afirmó textualmente: “No cedamos nunca al pesimismo, a la amargura que el diablo nos propone cada día. No cedamos al desaliento. Tenemos la firme certeza de que el Espíritu Santo da a la Iglesia, con su hálito potente, el valor de perseverar y también de buscar nuevos métodos de evangelización, para llevar el Evangelio hasta los confines de la tierra. La verdad cristiana es atrayente y persuasiva porque responde al deseo profundo de la existencia humana anunciando de forma convincente que Cristo es el único Salvador de todos los seres humanos. Este anuncio es tan válido hoy como lo fue al principio del cristianismo cuando tuvo lugar la gran expansión misionera del Evangelio”.

Y concluyó: “Ahora regresarán a sus sedes para continuar con su ministerio, enriquecidos por la experiencia de estos días, tan cargados de fe y comunión eclesial. Esa experiencia, única e incomparable, nos ha permitido comprender en profundidad la belleza de la realidad eclesial, que es un reflejo del esplendor de Cristo resucitado”.

Terminado su discurso el Papa saludó uno por uno a todos los cardenales presentes en la Sala Clementina.

Producción de María Fernanda Bernasconi (hispano@vatiradio.va)

El espacio “Pensamiento del Papa”, se transmite los lunes en las emisiones informativas de las 17,30; 01,45 y 03,20 UTC.

francisco-i-en-la-epifania.png el-obispo-de-roma-en-papamovil.png francisco-i-con-los-peregrinos.png felicitacion-de-navidades.png luz-del-cielo.jpg federico-lombardi.jpg luz-de-esperanza.jpg


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *