Un cambio de vida, un milagro

REFLEXIONES EN FRONTERA
jesuita Guillermo Ortiz

(RV).- ¿Se puede cambiar de vida, aún con heridas fatales? Absorbidos por la maciza multitud de cientos de miles de peregrinos en las Jornadas de los Movimientos el 18 y 19 de mayo, continúan resonando hoy, en los corazones, los testimonios de personas a los que la fe en Jesús les cambió completamente la vida; testigos de la acción del amor de Dios.

“Sentí que algo había cambiado dentro mío, que el Señor me llamaba”. “Estuve en la droga, la calle, intente suicidarme cinco veces, hasta que encontré al Señor”. “La clave fue que la comunidad de fe me recibió con mucha caridad”.

Muchas personas contaron su historia de cambio de vida, obrado por el Señor a pesar de que estaban en una situación límite sin posibilidades naturales de regreso a una vida normal.

En esta situación sintieron la presencia de Cristo, entraron a una Iglesia a rezar o se encontraron con una comunidad de fe que los recibió de modo particular, y con la misericordia de  Dios, hoy tienen una vida nueva.

Para otros se trata del descubrimiento de algo más, de un llamado, como es el caso del mismo Papa, que dijo que después de una confesión sintió que algo había cambiado dentro de él.

Pero queda claramente de manifiesto, a través de estos testimonios, de gente común y corriente, por decirlo así, que el Señor actúa en los corazones con su presencia en la comunidad de creyentes.

Por eso también hoy retumba la pregunta del Santo Padre : ¿Estamos abiertos o nos encerramos, con miedo, a la novedad del Espíritu?

 

el-sumo-pontifice-con los-fieles.png el-obispo-de-roma-saludando-a-los-peregrinos.png big-bang.jpg cruz-del-cielo.jpg ciudad-del-vaticano.jpg civilta-cattolica.png bandera-francia.jpg


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *