No hay esperanza sin libertad

Esperanza(RV).- La virtud de la esperanza – quizás menos conocida que aquella de la fe y caridad – ha sido el tema de la homilía del Papa esta mañana durante la Misa presidida en la Casa de Santa Marta.

La esperanza es “un don” no es un estado de ánimo que depende de tantas otras cosas. Esta fue la base del sermón matutino de Francisco I, haciendo bien clara aquella distinción. El motivo de su meditación vino de la Carta a los Colosenses “Cristo entre vosotros, la esperanza de la gloria”. Sin embargo, constató el Santo Padre, que es una virtud que no debe ser confundida, por esto Pablo dirá : ‘Jamás desilusiona’; porque nos viene dada por el Espíritu Santo, y nos dice que tiene un nombre, Jesucristo, persona viva, que está presente en la Eucaristía.

Asimismo, el sumo pontífice refiriéndose al Evangelio del día señaló otro tema de reflexión, el episodio en el que Cristo sana en sábado la parálisis de un hombre, suscitando la reprobación de escribas y fariseos. Con su milagro, dijo Su Santidad, libera de la enfermedad, pero también demuestra que no puede haber esperanza sin libertad.

El hijo de Dios ha hecho milagros de curación, signos y señales de aquello que está haciendo hoy en la Iglesia, y que son el motivo de nuestra esperanza, que no desilusiona, porque Él es fiel, no puede renegar de sí mismo, siendo este su don y virtud.

La Virgen, en su corazón, estuvo en la oscuridad más grande desde la tarde del Viernes hasta el alba del Domingo, pero tenía la esperanza de la resurrección. Que el Señor nos dé esta gracia.

(RC – RV)

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