Cristo en la noche de los tiempos es la luz del mundo

(RV).- El Obispo de Roma, en el santuario de San Pedro, recordó en la Santa Misa que los Reyes de Oriente siguen la luz de una estrella que les lleva al lugar en el que ha nacido el hijo de Dios.

En la fiesta de la Epifanía, en la que se recuerda la manifestación de Jesús a la humanidad, Francisco I nos recuerda su significado, es necesario ir hacia Belén, allí donde resplandece el Rey del Universo en su adoración y gloria, explicó que el recorrido de los Reyes Magos significa el destino de todo ser humano hacia Cristo, que es luz del mundo. Y exhortó a leer las Sagradas Escrituras y a escuchar el Evangelio, leerlo, meditarlo y hacer nuestro su espíritu, lo cual nos permitirá encontrar al Señor.

El Santo Padre indicó que cuando llegaron a Jerusalén perdieron por un momento la vista de la estrella, en el palacio del rey Herodes, morada tenebrosa, donde reinaba la oscuridad y el miedo, que se muestra desconfiado y tan preocupado por el nacimiento de un nuevo Rey, que con sus consejeros sienten peligrar las estructuras de su poder, hasta el extremo de que se ordena asesinar a los recién nacidos del reino.

Pero, a pesar de ello, los Magos, en su sabiduría supieron superar este peligroso momento, sin decir nada a Herodes del paradero de Jesús, creyeron en la palabra de los profetas que indicaban en Belén, el nacimiento del Mesías, que después huiría con San José y la Virgen María a Egipto para escapar de la persecución. Asimismo, los sabios de Oriente se libraron de la noche de los tiempos, retomaron el camino y vieron nuevamente la estrella, experimentando «una inmensa alegría» (Mt 2, 10) huyendo de la región tras adorar al Señor.

(MFB y GO – RV)

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