19 octubre 2012, 20:25

La Biblia en el consejo psicológico.

María Jesús Torres Menéndez. Licenciada en Psicología Clínica y Máster en Psicología Deportiva con ejercicio profesional desde 1992. Gijón (Asturias). España.

Acercar la Psicología a Dios.

Existen en el mercado gran cantidad de libros, manuales, publicaciones periódicas, etc… al servicio de los profesionales de la salud mental. Se exponen en ellos teorías, técnicas, distintos tipos de tratamientos, estudio de casos, etc… desde la óptica particular de cada escuela u orientación psicológica. Se trata, sin duda, de una valiosa literatura para profundizar conocimientos, contrastar y, por supuesto, para estar al día sobre los últimos descubrimientos y avances que se producen en el campo de la salud mental, con la finalidad de brindar a los pacientes la ayuda más eficaz.

No es, sin embargo, en este tipo de publicaciones en las que centraremos nuestra atención en el presente artículo. Vamos a centrarnos en el que ya ha sido calificado, en más de una ocasión, como “el mejor libro de Psicología”. Vamos a ver de qué libro se trata, porqué sin ser un libro de Psicología propiamente dicho ha merecido el calificativo arriba indicado y vamos también a intentar el esbozo de una averiguación en el sentido de cómo puede ser utilizado en el consejo psicológico.

Se trata del libro escrito y conservado más antiguo de la civilización. Desde luego se trata de algo mucho más valioso que un simple libro por antiguo que este sea, pues nos estamos refiriendo a la Biblia, o sea, a la Palabra de Dios.

Que no es un libro de psicología propiamente dicho ya quedó reflejado en un párrafo anterior. Ahora bien, la Biblia fue inspirada por Dios, nuestro Creador, y sus páginas están llenas de relatos, ejemplos, etc… a través de los cuales enseña Dios al hombre, entre otras cosas, cómo debe conducirse para alcanzar un estado de razonable bienestar, durante su transitoria estancia en esta parada obligatoria que es el mundo que conocemos. Queremos decir con esto que si Dios es nuestro Creador, conoce, Él mejor que nadie, el funcionamiento psicológico del hombre y las conductas, actitudes, etc… que pueden conducirle a un estado de bienestar mental así como aquellas otras que desembocarán en su desasosiego y malestar.

A primera vista podríamos decir que algo que la Biblia no contiene es lo que llamaríamos ¨técnicas psicológicas¨ en el sentido que lo entiende la Psicología. Bien, pues reflexionemos unos momentos sobre la enseñanza de Nuestro Señor en el tema de la infidelidad. Nos advierte Jesucristo que aquél que mira a una mujer con mal deseo, ya cometió adulterio con ella en su corazón. Desde un punto de vista estrictamente psicológico, se trataría de que el sujeto no llegase a ejecutar la conducta de infidelidad que pasaría por su mente, al mirar de forma inadecuada a la mujer. Saben los profesionales de la salud mental que para evitar la ejecución de una conducta no deseada, la mejor técnica a utilizar es suprimir la cadena de estímulos que conduce a ella cuanto antes mejor.

Son estas algunas razones por las que, aún sin serlo, es la Biblia el mejor libro de Psicología.

Intentaremos para finalizar un tímido y, necesariamente incompleto esbozo, en el sentido de cómo utilizar la Biblia en el consejo psicológico.

Lo primero es, naturalmente, ir adquiriendo un conocimiento lo más amplio y profundo que nos sea posible, de la Biblia, con la finalidad de poder transmitir al paciente relatos que le sirvan de orientación, ejemplo, etc… Habrá que escoger la forma y el momento adecuados en los que presentar esta información. De la misma importancia será escoger los pasajes que mejor se adecuen al problema, circunstancias y características particulares de cada paciente. De aquí se desprende la necesidad de un buen conocimiento bíblico por parte del terapeuta.

Unido a lo anterior nos encontramos con el tema de la biblioterapia, técnica utilizada con frecuencia por terapeutas de distintas orientaciones, y en la que la Biblia debe ocupar el lugar privilegiado que le corresponde. Una de las ventajas que posee la Biblia frente a otros libros susceptibles de ser recomendados como biblioterapia, es su claridad, su ausencia de tecnicismos y las notas aclaratorias a pie de página. Otra de sus ventajas reside en el hecho de liberar al terapeuta de la preocupación por si el paciente lee cualquier otra parte del libro que no le haya sido recomendada: cualquier fragmento que el paciente pudiera elegir por su cuenta, siempre le resultará provechoso. No sucede así con los otros libros que pueden contener capítulos cuya lectura resulte inconveniente en ese momento del tratamiento.

En Conclusión: Es la Biblia el mejor libro de Psicología al haber sido inspirado por Dios que, al ser nuestro Creador, conoce mejor que nadie el funcionamiento de sus criaturas. Puede y debe ser guía en el consejo psicológico, ocupando así mismo el destacado lugar que le corresponde en la biblioterapia aplicada al tratamiento psicológico.

No dejemos al Señor a las puertas de nuestras consultas.

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