La parresía de los cristianos para anunciar el Evangelio

(RV).- La fuerza del bautismo empuja a los cristianos al coraje de anunciar a Cristo, incluso sin seguridades, incluso en medio de las persecuciones. Lo afirmó ayer el Papa Francisco en su homilía durante la Misa presidida por la mañana en la Casa Santa Marta. Hablando de la primera comunidad cristiana de Jerusalén y de la persecución tras el martirio de san Esteban el Papa dijo que “el estilo de vida de la Iglesia es un poco esto: una vida entre la paz de la caridad y persecución: porque éste es el estilo de Jesús”.

“Dejaron su casa, trajeron con ellos solo un par de cosas: tenían seguridad, pero fueron de un lugar a otro anunciando la Palabra. Llevaban con ellos la riqueza que tenían: la fe que el Señor les había dado. Eran simples fieles, bautizados tan solo hacía un año, más o menos. Pero tenían el coraje de ir a anunciar. Y eran creíbles, hacían milagros”.

Los primeros cristianos tenían solo la fuerza del bautismo que les daba una valentía apostólica (o parresía) : la fuerza del Espíritu. Francisco invitó a redescubrir la responsabilidad de los bautizados.

“Hay una gran responsabilidad para nosotros bautizados : anunciar a Cristo, llevar hacia delante esta maternidad fructífera de la Iglesia. Ser cristiano no es hacer una carrera en un estudio para convertirse en un abogado o un médico … es un don que nos hace ir adelante con la fuerza del Espíritu en el anuncio de Jesucristo”.

(ER – RV)

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