Toma de posesión del nuevo Secretario de Estado del Papa

Ciudad del Vaticano, 15 octubre 2013 (VIS).- Esta mañana, durante un acto celebrado en el Palacio Apostólico, Francisco I ha visitado al personal de la Secretaría de Estado con ocasión del cese del cardenal Tarcisio Bertone S.D.B. como Secretario, que ocupará el arzobispo Pietro Parolin, hasta ahora nuncio apostólico en Venezuela, que iniciará su actividad dentro de algunas semanas porque ha tenido que someterse a una operación que le ha impedido hacerlo hoy.

En este momento – ha dicho el Obispo de Roma – quiero compartir con vosotros un sentimiento de gratitud. Veo en Usted ante todo a un hijo espiritual de Don Bosco. Todos estamos marcados por nuestra historia. Pensando en su largo servicio a la Iglesia desde la enseñanza, como en el ministerio de obispo diocesano y en el trabajo en la Curia, hasta el cargo de Secretario de Estado, su característica ha sido siempre la vocación salesiana que le ha llevado a desempeñar todos las tareas con un sincero espíritu de obediencia y libertad de iniciativa personal.

El Pontífice ha subrayado otro aspecto de su servicio, “la actitud de fidelidad incondicional y lealtad absoluta al Sucesor de Pedro”, que ha sido una característica distintiva de su mandato tanto hacia Benedicto XVI como conmigo estos meses. Lo he notado en diversas ocasiones y se lo agradezco profundamente.

Quiero darle también las gracias por el valor y paciencia con que ha vivido las contrariedades a las que ha tenido que enfrentarse, fatiga del educador que se puede aplicar a cualquier ministerio de responsabilidad en la Iglesia. Pienso que, la Virgen Auxiliadora no ha dejado de ayudarle y no dejará de hacerlo en el futuro. Todos formulamos que Usted pueda seguir atesorando su vocación con : la presencia de Jesús en la Eucaristía, la ayuda de la Virgen María, y la gratitud del Papa. Los tres grandes tesoros de Don Bosco.

Y con estos pensamientos – ha concluido – damos también, “in absentia” la bienvenida más cordial al nuevo Secretario. El conoce muy bien a la familia de la Secretaría de Estado, ha trabajado aquí muchos años, con dedicación y competencia, con esa capacidad de diálogo y trato humano que lo caracterizan.

Al final el Vicario de Cristo ha pedido al personal que rezase por él y, a continuación, el Cardenal Tarcisio Bertone ha pronunciado un breve discurso rememorando sus siete años de servicio a la Santa Sede, primero con el Papa emérito, de cuyo pontificado ha destacado la capacidad de comprensión y comunión en la Iglesia, al mismo tiempo que ha señalado la virtud de saber hablar al mundo, con el corazón y la inteligencia de cada uno, con claridad de doctrina y altitud de pensamiento.

Para el purpurado, Benedicto XVI ha sido un reformador de las conciencias y del clero. Su cátedra se ha caracterizado por sus proyectos pastorales. Ha sufrido profundamente por los males de la Iglesia y por eso la ha dotado de una nueva legislación que ataque con decisión la raiz de la pedofilia para arrancarla de la vida religiosa, sin olvidar que ha sido el precursor de una nueva normativa en materia económico-administrativa.

Ha explicado que el fenómeno de la elección de Francisco I representa la continuidad en el papado de su antecesor, aunque con diversidad de acentos y segmentos de vida personal. Y – ha dicho – no puedo por menos que subrayar dos aspectos que refuerzan esta continuidad : el don del consejo espontáneo e inspirado en la memoria del pasado pero proyectado hacia el futuro, y la común o ferviente devoción mariana para poner a toda la Iglesia en estado de penitencia y purificación.

El cardenal ha finalizado deseando a su sucesor que pueda vencer los obstáculos que impiden a la Iglesia de Cristo ser el corazón del mundo, invocado incesantemente la ayuda del Señor.

Publicamos a continuación la carta del Santo Padre al cardenal Tarcisio Bertone, Camarlengo de la Santa Iglesia Romana.

“Le ha llegado el momento, querido hermano de “pasar el testigo” en el servicio a la Secretaría de Estado. Por lo tanto, quiero unirme espiritualmente a Usted en la acción de gracias a Dios por todo lo bueno que le ha permitido hacer en este papel tan delicado y difícil. La memoria de Santa Teresa de Jesús, que celebramos en esta fecha, invita a fijar la mirada en Dios : “Nada te turbe – nos dice la santa de Ávila – nada te espante, quien a Dios tiene nada le falta”.

En esta ocasión siento la necesidad de expresar mi profundo agradecimiento por la dedicación con que se ha prodigado en los últimos años; y lo hago también en nombre del Papa Benedicto XVI, que le llamó desde Génova, donde era arzobispo, para volver a Roma y confiarle el cargo de Secretario de Estado suyo, el 15 de septiembre de 2006, y por lo tanto también el de Camarlengo de la Santa Iglesia Romana. Siete años de intenso trabajo, vividos con gran generosidad y espíritu de servicio. También yo he podido servirme, hasta el día de hoy, de su colaboración experta.

Hay un aspecto que deseo agradecerle de una manera particular, su fidelidad a Don Bosco; el espíritu salesiano, que ha sido capaz de mantener y atestiguar incluso absorbido por las múltiples tareas vinculadas al trabajo de ayudar al Sucesor de Pedro. Con el espíritu emprendedor y de caridad hacia el Papa que caracteriza a los hijos de San Juan Bosco, ha desempeñado siempre con entrega su guía en las relaciones internacionales de la Santa Sede, tan importante en el ejercicio del ministerio del Obispo de Roma. Al mismo tiempo, no se ha cansado de llevar el Magisterio pontificio y la Bendición Apostólica por doquier : países, diócesis, parroquias, universidades, instituciones y asociaciones. La Virgen Auxiliadora ha estado cerca de Usted y siempre le ayudó en este valioso ministerio. Que por su intercesión maternal obtenga las recompensas y gracias celestiales. Y como prenda de paz y alegría espiritual le imparto mi bendición que se extiende con sincera gratitud también a sus colaboradores y seres queridos.

Monseñor Pietro Parolin nuevo Secretario de Estado.

(RV).- Pietro Parolin, el hombre elegido para ocupar el cargo de Secretario de Estado, tiene 58 años. Nacido en la provincia italiana de Vicenza, es el secretario más joven desde tiempos de Eugenio Pacelli, futuro Pío XII. Licenciado en Derecho Canónico, diplomático del Vaticano desde 1986, ha servido en las nunciaturas de Nigeria y México. En Roma, fue subsecretario de Relaciones con los Estados durante siete años, antes de convertirse en 2009 en el nuncio en Venezuela, un país donde desarrolló una tarea importante en las relaciones entre Iglesia y Estado. Habla perfecto español, además de inglés y francés.

El embajador de la República Bolivariana de Venezuela ante la Santa Sede, Germán José Mundaraín Hernández, quien entregó sus cartas credenciales el pasado 5 de octubre, ha dicho sobre él, lo importante que fue su trabajo para el país.

El nombramiento de Mons. Parolin fue anunciado el pasado 31 de agosto. En la entrevista que concedió al diario mexicano El Universal, a principios de septiembre, decía : “Como Iglesia, tenemos en nuestras manos la posibilidad de participar en la vida internacional por la vía diplomática”. De hecho, el Vaticano dispone de una red de nuncios en todos los países y, en aquellos con los cuales mantiene relaciones diplomáticas – que son la mayoría, 179 Estados -, estos representantes ofician de embajadores.

El hecho de que el Santo Padre haya creado una nueva estructura, con el Consejo de Cardenales que lo asesora en temas de la Curia, puede suponer que la Secretaría de Estado estará mejor orientada a la diplomacia y asuntos exteriores. De hecho, tiene dos secciones, una para Asuntos Generales y otra para las Relaciones con los Estados, cuyo responsable suele ser llamado canciller o ministro de Exterior.

Al mismo tiempo, la reforma curial fomentará un cambio de rol, con la creación de un Moderador de la Curia, que se encargará de distinguir funciones entre el gobierno del estado y espiritual de los fieles.

Es evidente que el sumo pontífice espera una Iglesia orientada hacia las periferias del mundo, más comprometida con los temas internacionales, como demuestra su viaje a Lampedusa, la vigilia por la paz en Siria, o el seminario sobre el tráfico de personas organizado por la Academia Pontificia de Ciencias Sociales para el próximo mes de noviembre.

(MZ y ER – RV)

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