(RV).- Para romper el círculo vicioso de la miseria e ignorancia no es suficiente la investigación científica y políticas sociales que permitan una mejora en la formación, la distribución de productos, una agricultura sostenible y seguridad alimentaria, también se debe descubrir el sentido del humanismo cristiano basado en la solidaridad y fraternidad.
Este es el mensaje del Pontificio Consejo Justicia y Paz, en la Conferencia del Grupo de Trabajo Interdisciplinario sobre educación y pobreza, que hasta el miércoles, 6 de noviembre, está teniendo lugar en la Casina Pío IV, en el Vaticano.
En el encuentro, participan expertos de diferentes disciplinas, para llamar la atención, sobre la “relación perversa” – ya destacada en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, establecidos por Naciones Unidas – entre los problemas económicos y formativos, la producción de alimentos y las aplicaciones de los descubrimientos científicos o innovaciones tecnológicas.
Todos ellos son temas centrales de la Doctrina Social de la Iglesia, tales como son los derechos y necesidades humanas básicas, como el no menos importante, el diálogo, aspectos recogidos en la constitución “Gaudium et Spes” del Concilio Vaticano II y más recientemente por Benedicto XVI y Francisco I.
En este espíritu, tiene lugar la conferencia, que se centra en las mejoras que puedan traer esperanza y soluciones prácticas para los desafíos urgentes y dramáticos de hoy.
(ER – RV)