Santa Sede y Convención de los Derechos del Niño

(RV).- Interviene este jueves, en Ginebra, la Delegación de la Santa Sede ante el Comité de la Convención sobre los Derechos del Niño, a la que se adhirió en 1989 y ratificó en 1990, y que vincula a los 193 estados firmantes para que adopten medidas pertinentes y necesarias para proteger a los menores.

El padre Federico Lombardi, director de la Oficina de prensa de la Santa Sede, al respecto ha publicado una nota en la que pone de relieve la utilidad histórica, jurídica y eclesial del evento, y la labor desarrollada por la Santa Sede desde que se adhiriera a los protocolos de la Convención de Ginebra.

El texto reitera que se lamenta profundamente el flagelo del abuso sexual, que afecta a millones de niño/as en todo el mundo, y que, por desgracia, algunos miembros del clero hayan estado involucrados en abusos similares, así ha recalcado los esfuerzos realizados en los últimos años por los pontífices y las instituciones competentes de la Curia Romana, en particular, la Congregación para la Doctrina de la Fe y el Consejo para la Familia, en el establecimiento de normas y directrices rigurosas y eficaces, para contrarrestar y prevenir los graves fenómenos de abuso sexual contra menores de edad, sin excluir la actualización de las leyes del Estado de la Ciudad del Vaticano en asuntos penales.

En resumen, el dramático problema de los abusos a menores, vividos en la comunidad de la Iglesia y con sufrimiento indecible, ha llevado a desarrollar una serie de iniciativas y directrices según el espíritu de la Convención.

Por supuesto, en todos los informes y respuestas dadas por la Santa Sede aparecen reflejados claramente los principios de la visión católica de respeto a la dignidad de la persona desde la concepción a la muerte natural, es decir, en las diferentes etapas de crecimiento y desarrollo de la vida humana. Se subraya las relaciones entre los derechos de los niños y los deberes fundamentales de sus progenitores, en cuanto a su educación y sustento, la oposición a cualquier discriminación por razón de sexo, el compromiso de garantizar los derechos de la familia, fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, y en rechazo de una ideología de género que es fuente de confusión en el ámbito jurídico.

En resumen, se pone de manifiesto la adhesión de la Santa Sede a la Convención de los derechos del Niño en una forma coherente con la enseñanza y actitud constante de la Iglesia.

(ER – RV)

el-santo-padre-con-los-jovenes.png el-santo-padre-en-estambul.png conferencia-episcopal-de-mexico.png psicologia.jpg joseph-ratzinger-benedicto-xvi.png el-papa-francisco.jpg papa-paloma-de-la-paz.png


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *