El Obispo de Roma a las autoridades públicas de Italia

Ciudad del Vaticano, 27 marzo 2014 (VIS).- El contraste entre el lamento de Dios y las justificaciones de los hombres, ha sido el tema tratado por el Papa en la homilía que ha pronunciado esta mañana en la basílica de San Pedro ante numerosos parlamentarios y ministros italianos.

Francisco I ha hablado de la infidelidad del pueblo de Dios, de una generación que no aceptaba a sus mensajeros y en cambio, se justificaba por sus pecados de idolatría. Jesús, con su sencillez, pero con la fuerza de Dios, les molestaba. Y terminaron convenciéndose de que debían matarlo, diciéndose: “Es mejor que un hombre muera por todo el pueblo”.

Se resistieron a la salvación, y así se alejaron de la fe. El Señor los señala con el adjetivo de hipócritas, afirmando que era mucho el peso que oprimía a su pueblo, y este rechazo les llevó a recorrer un camino que no era el de la dialéctica de la libertad, sino el de la lógica de la necesidad, donde no hay lugar para Dios. Eran hombres de buena educación, pero de malos hábitos, corruptos a quienes Cristo califica de sepulcros blanqueados. Este es su dolor y lamento.

El Santo Padre ha recordado que en este tiempo de Cuaresma nos hará bien a todos renovar nuestras promesas del bautismo, orando para que se nos conceda la gracia de la salvación, y así abrirnos a lo que viene solamente de Dios, no a lo que proponen quienes perdieron la fe y gobernaron al pueblo con pesadas cargas difíciles de soportar.

el-santo-padre-al-final-de-su-visita-a-estambul.png portavoz-del-vaticano.png refugiados-en-turquia.png el-obispo-de-roma-con-los-fieles.png justicia-y-leyes.jpg oscar-romero.png papa-francisco-angelus.jpg


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *