Reunión anual del Papa con la Curia Romana

Ciudad del Vaticano, 22 diciembre 2014 (VIS).- El Papa tuvo esta mañana en la Sala Clementina el encuentro anual con la Curia Romana para intercambiar las felicitaciones navideñas con los miembros de los diversos dicasterios, consejos, oficinas, tribunales y comisiones que la componen.

En su discurso, recalcó que la Curia está siempre llamada a mejorar y crecer en comunión, santidad y sabiduría para realizar plenamente su misión, pero no está exenta de tentaciones que debilitan nuestro servicio al Señor, y que el sumo pontífice enumeró tras haber invitado a todos a un examen de conciencia para prepararse en este tiempo de Navidad.

1) la tentación de sentirse inmune o incluso indispensable, dejando de lado la autocrítica, sin intentar mejorar y sintiéndose superiores a todos.

2) la excesiva laboriosidad, porque descuidar el necesario reposo conduce a enfermar, hay un tiempo para todo.

3) la falta de serenidad o audacia que conduce a la pérdida de sensibilidad, un mal común que debe ser corregido entre quienes se esconden bajo los papeles convirtiéndose en máquinas de trabajo sin sentimientos.

4) la planificación excesiva permaneciendo siempre inamovibles en una posición estática e inmutable que impide la innovación necesaria en todo tiempo.

5) la mala coordinación que sucede cuando los miembros pierden la comunión entre sí, convirtiéndose en un conjunto de personas que no cooperan ni viven con espíritu de equipo.

6) la disminución progresiva de las facultades espirituales, construyendo muros alrededor de sí mismos, y siendo cada vez más, esclavos de sus propias costumbres.

7) la rivalidad y vanagloria, cuando la apariencia se convierte en el principal objetivo en la vida, y conlleva vivir en la falsedad.

8) La hipocresía, donde se deja a un lado todo lo que se enseña viviendo una vida oculta y disoluta.

9) la murmuración que se apodera de la persona llevándola a proferir calumnias y a difamar a los semejantes.

10) la adulación por egoismo, viviendo el servicio pensando sólo en lo que se tiene que conseguir de otras personas.

11) la indiferencia sin preocuparse de nadie más que de uno mismo.

12) La severidad que trata con arrogancia y subordinación a los otros.

13) la acumulación de bienes materiales, no por necesidad, sino por opulencia.

14) La exclusividad de pertenencia que rechaza al prójimo.

15) la avaricia por conseguir cada vez más poder y mayores beneficios.

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