Ciudad del Vaticano, 12 marzo 2015 (VIS).- Los sacramentos, como sabemos, son la manera con la que Dios se aproxima y sale a nuestro encuentro. Son las palabras que el Papa ha dirigido esta mañana en el Aula Pablo VI a los participantes en el curso anual del Foro de la Penitenciaría Apostólica.
Sin duda – ha continuado – el sacramento de la reconciliación, es el que mejor hace visible el rostro del Señor. No olvidemos nunca, tanto penitentes, como confesores, que no hay pecado que Jesús no pueda perdonar si existe un auténtico y sincero arrepentimiento, diferente es si un pecador se sustrae a la gracia divina, entonces no existe posible redención.
Siguiendo el hilo conductor de su alocución, Francisco I ha destacado entre sus exigencias, vivir la penitencia como un medio de salvación que incluye el justo compromiso de reparar el mal cometido. Asimismo, ha señalado que se puede aprender mucho de esta conversión y examen de conciencia, proponiendo tener siempre la mirada interior dirigida al cielo y a lo sobrenatural.
El Santo Padre ha pedido a los participantes en este evento que no olvidaran que todos son ministros de la Iglesia gracias a Cristo, y que no deben perder nunca de vista la humildad, cuidado y atención pastoral, impartiendo la confesión a todo el que la necesite. Y antes de despedirse, el sumo pontífice les ha exhortado a aprovechar el tiempo de Cuaresma para dedicarse con generosidad a las confesiones, para que el pueblo cristiano pueda llegar purificado a la fiesta de la Pascua, que representa la victoria final de la misericordia sobre la maldad del mundo.